Colmado de elogios, así llegó el show de Javi Rufo, descrito por la crítica como un espectáculo fresco, didáctico y con altas dosis de calidad. Diez años en el candelero avalan su propuesta inmersiva, vista por más de 150.000 espectadores en la Gran Vía madrileña. El conocido ilusionista, Premio Nacional de Magia Infantil y ganador del Fool Us Ty USA, sazonó su innovador show con trucos de escapismo y manipulación, confundiendo realidad e ilusión y estableciendo una conexión directa con el público. 1, 2, 3… ¡Magia! llegó el pasado domingo al Teatre Principal d’Inca (18.30) dentro de la primera edición del Festival Internacional de Màgia de Mallorca.
¿Cuáles son las líneas maestras de 1, 2, 3… ¡Magia!?
–Es un espectáculo muy inspirador en el que los niños consiguen hacer realidad sus propios objetivos, incluye efectos de magia que han pasado por campeonatos mundiales. No es solo un espectáculo para niños.
¿Qué palos de la magia y el ilusionismo toca?
–Hay trucos de manipulación y grandes ilusiones, pero no son las cajas de cortar personas… Es un espectáculo muy colorido, vivo y original.
¿Cree que la magia es una buena herramienta pedagógica?
–La magia es una herramienta de comunicación que permite llevar cualquier mensaje al lugar que tú quieras, yo utilizo la magia para educar a los niños sobre como comportarse en un teatro, hoy en día tienen muchos estímulos y a veces no saben comportarse en ciertos sitios.
¿Qué importancia tiene la imaginación en el proceso de estimulación cultural de un niño?
–El arte sin imaginación no te lleva a ningún sitio. El desarrollo de la imaginación es importantísimo.
¿Cómo describiría la conexión que establece con el público sobre el escenario?
–Es bastante interesante... al final tienes que conectar con los padres, los abuelos y niños, tanto de tres a cinco años como de siete a nueve y adolescentes, y tienes que ganarte el respeto de todos.
¿Cómo mantiene la tensión para no perder la atención de un publico tan exigente como el infantil?
–Mi secreto es que siempre trato a los niños como adultos. Conecto con ellos porque ven que lo que hay les gusta a ellos y también a sus padres, y eso el niño lo valora mucho. Y cuando el show lleva más de una hora y los niños podrían perder la concentración, entonces es cuando empieza la fiesta y todo se descontrola, de esa forma les reactivas de nuevo.
¿La magia está reñida con la verdad?
–La magia es un arte que oculta muchas cosas y que para que realmente se convierta en arte tiene que estar rodeada de verdad.
¿Y cuenta más la habilidad o la técnica?
–La habilidad hace que la técnica te resulte más fácil. La habilidad es innata y la técnica es algo que cuánto más practicas mejor haces.
¿Qué número deja más perplejos a los niños?
–Normalmente suele ser el primero, un número de manipulación de esferas y bolas, es un truco que luce mucho.
¿También consigue meterse al público adulto en el bolsillo?
–La primera parte del espectáculo va dirigido a ellos, pero tiene una energía tan potente que consigue que los niños no pierdan la atención.
¿Le inquieta la idea de que algo salga mal sobre el escenario?
–Si algo se sale del camino tratas de encontrar un camino alternativo. El error lo llevo de la mejor forma posible.
¿Le cambió mucho la agenda recibir el Premio Nacional de Magia Infantil?
–Ya llevaba tres años en los teatros funcionando muy bien. Este show ya tiene diez años y un Premio Nacional siempre da prestigio pero no hay una trascendencia muy grande.
Xavi Solà
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