El pasado sábado, miles de palmesanos participaron en el ‘Dia de la Pesta’, un nuevo «ritual festivo» organizado por la Obreria de Sant Sebastià con objeto de dilatar las fiestas patronales, de manera que no queden circunscritas a la noche del 19 de enero. De esta manera, a partir de este 2025, esta nueva fiesta se celebrará cada año el sábado antes de la Revetla, siempre y cuando haya más de tres días de diferencia entre ambas fechas. «Queremos que haya ambiente ‘sansebastianero’ toda la semana. Palma es la octava ciudad de España y merece una semana de fiestas como las de otras ciudades», explica Lluís Mas, miembro de la Obreria de Sant Sebastià.
El ‘Dia de la Pesta’ es un nuevo hito en el proceso de revitalización de nuestras fiestas populares, fruto de un fulgurante movimiento ciudadano que arrancó en 2013. Ese año, un puñado de palmesanos decidió refundar la Confraria de Sant Sebastià, entidad extinguida en los años 80 y cuyos orígenes se remontan al siglo XVII. «Antiguamente, las cofradías eran asociaciones laicas que veneraban a un santo patrón y organizaban actos en su honor, con permiso de las cofradías profesionales, como la de pescadores», explica Mas. Volviendo a 2013, «la idea primigenia de la renovada Confraria de Sant Sebastià era recuperar el sentido popular de la fiesta y tomar parte activa en ella, frente a un programa institucional en el que el papel del ciudadano se limitaba a torrar y asistir pasivamente a los conciertos», abunda. Unas 150 personas acudieron a la primera comida de hermandad de la cofradía.

Cultura popular
En 2014, se fundó Orgull Llonguet, colectivo empeñado en generar un modelo de fiesta alternativo y participativo y revitalizar la cultura popular de Palma. Una de sus primeras aportaciones fue la creación de la fiesta de ‘Canamunt i Canavall’, que caló rápidamente en la ciudadanía y ha ido ganando popularidad cada año. Su éxito demostró que era posible impulsar nuevas tradiciones festivas, arraigadas en la historia y las leyendas de la ciudad.

Mientras, la llama iniciada en 2013 por la Confraria de Sant Sebastià había prendido con fuerza en una ciudadanía ávida de tomar protagonismo en sus fiestas, y siguieron brotando nuevas cofradías año a año. En 2018, cuando ya había 17 registradas, se decidió fundar la Obreria de Sant Sebastià, que agrupa a miembros de diferentes cofradías. «El objetivo era cambiar el modelo de fiestas empoderando a las cofradías», indica Mas, quien incide en que «en esencia, una cofradía no es más que un grupo de amigos que queda para comer y salir de fiesta. Poco a poco, hubo cofradías que fueron creando sus propios rituales y símbolos: himnos, estandartes, pañuelos,... Y muchas empezaron a unirse al pasacalles de la Confraria de Sant Sebastià. Desde la Obreria, insistimos en que el modelo es fácil de clonar: basta con juntar a unos amigos y diseñar un pañuelo. Muchas veces, cuando se lo explicamos a los interesados, no se acaban de creer que sea tan fácil», asegura.
El siguiente hito de esta historia fue la creación del ‘Encontre de Confraries’, que se celebra desde 2019 el día 19 a mediodía, congregando a más gente cada año, hasta el punto de que en esta edición ha tenido que trasladarse de la plaza Llorenç Bisbal a Sant Francesc. Tiene también su ritual, en el que el brazo de Sant Sebastià se enfrenta a la peste y la vence. «Nos interesa hacer fiestas que, además de disfrutables por la ciudadanía, sean didácticas y cuenten algo de nuestra historia y nuestras leyendas», concluye Mas.
Así pues, sólo falta decir que empiece la fiesta y ¡Visca Sant Sebastià!
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Les importa un pimiento que sea Sant Antoni, San Sebastià o San Cucufate. De sentimiento religioso o litúrgico, origen de las celebraciones, nada de nada. Lo que importa es fiesta y juerga, sea cual sea el motivo. Y si no lo hay, se lo inventan.