Juan Ribot Estrany nació en en Santa Margalida. Residió en Palma durante años y actualmente es ciudadano de Estados Unidos, concretamente de Burbank, (Los Ángeles), donde vive felizmente jubilado. Durante años trabajó como maître del Wild Goose, el barco de John Wayne, cuando se enroló en él en Palma, cobrando 150 dólares al mes, más propinas, y con quién trabajó más tarde en su casa, a un tiro de piedra de Hollywood.
Posteriormente pasó a prestar sus servicios a John Smith, director, entre otras películas, de El maravilloso mundo del circo, conociendo a partir de ahí a numerosos artistas famosos, como con Rock Hudson, Rita Hayworth, Glenn Ford... «Todos amigos de John, a quiénes traté porque venían a comer a casa de este y yo les servía». Durante 12 años trabajó en el Pasadena Hilton hasta que, finalmente, adquirió el nigth club Los Globos. Hoy está felizmente jubilado y comparte su vida con su mujer Jutta, alemana, pero integrada también en Estados Unidos.
Joan, con el actor John Wayne, para quién trabajó.
A 15 minutos del fuego
Pues bien, llamamos ayer a Juan y le preguntamos sobre los incendios que asolan Los Ángeles. «Afectan, sobre todo, a Pasadena/Altadena, Palisades, Malibu y Hollywood Hills. Yo estoy del más cercano de esos puntos a unos 15 minutos en coche. Desde casa -nos manda una foto- se ve la enorme humareda y el resplandor de las llamas. Y es que ha sido un desastre. Sí. Miles de casas, entre viviendas y establecimientos han desaparecido, pasto de las llamas, entre ellas la de Mel Gibson y París Hilton y de otros famosos, pero también de gente trabajadora. ¿Que qué ha pasado? Pues que ha habido una falta de previsión. Por una parte, faltan bomberos, ya que el gobierno redujo las partidas de dinero que le correspondían para dársela a los sin techo, por lo cual la plantilla era corta. Por fortuna han llegado bomberos de todo Estados Unidos... Pero, pese a ello, el fuego era imparable.
Falta de previsión
Por otra parte, se ha notado la falta de previsión: ha faltado agua. Los propietarios de las casas y comercios no han podido hacer uso de ella pues no había suficiente, de ahí que el gobernador de California ha recibido grandes críticas, y es que... ¿Sabe lo que ha pasado? Pues que aquí nadie había previsto que podía suceder una cosa de esta envergadura. Porque a todo esto se ha sumado el clima seco y los vientos, también fuertes y secos. Ha sido, en cierto modo, como lo que ha pasado en Valencia: allí con agua, aquí con fuego... Y en ambos sitios ha sido más por falta de previsión. Nadie se esperaba que pudiera ocurrir una cosa así».
Na Sebastiana
Días después de Reyes, caminando por la calle nos llama la atención ver como en la entrada de una casa que hay en ella, un hombre está decorando con luces de Navidad un maniquí sin brazos. Tras saludarle, y presentarnos, le preguntamos qué está haciendo, respondiéndonos que «terminando el paso de una nueva cofradía para que el 19 de enero -el domingo próximo- desfile en la fiesta de Sant Sebastià altenatiu», añadiendo que «la cofradía se llama ‘Els Cremadillos’, cuyo presidente soy yo, José Luis Huesca». Nos describre el paso: «Está claro que es una mujer -lo señala-, para más detalles, fornera, como lo demuestra su atuendo de trabajo, y se llama Sebastiana, como no podría ser de otro modo. Lleva luces de Navidad a juego con las luces que siguen iluminando Palma, ahora en honor a Sant Sebastià, el patrón. Y si se fija -señala el cuello de Sebastiana-, a su alrededor lleva un pañuelo anudado, con un cremadillo estampado, que da nombre a la cofradía».
José Luis Huesca, presidente de Els Cremadillos, con na Sebastiana.
José Luis, que además de presidente de la cofradía, es un firme seguidor y participante de esta festividad, en la que en este año, junto con un grupo de amigos y amigas, se estrenarán como cofrades, nos cuenta que la idea nació en el transcurso de las fiestas del año pasado, «que fueron espectaculares y que lo pasamos genial, por lo que entre un grupo de amigos y amigas decidimos crear nuestra propia cofradía, ‘Els Cremadillos’, y así participar más activamente en esta gran fiesta». Y en cuanto al nombre de ‘Els Cremadillos’, «pues es que tiene que ver con la fiesta en sí, ya que se trata de una fiesta que une el fuego con la alegría. Además, todos los que componemos esta cofradía somos bastante dulces, aunque estamos un poco cremats».
Dicho lo cual, José Luis nos habla de cómo será la gran fiesta, a celebrar el 19, víspera de Sant Sebastià, «que para nosotros comenzará a medio día, con el esperado Chupinazo, que tendrá lugar, como cada año, a las 12 horas, en el Bar España, o Can Vinagre, situado en Carrer dels Oms. Después de comer, sobre las 17 horas, el resto de cofradías y nosotros, los nuevos, comenzaremos a salir de nuestros puntos de encuentro y nos dirigiremos a la Plaça Sant Francesc, dónde colocaremos el pañuelo representativo en el brazo de Sant Sebastià, y después ¡fiesta y baile con la Filharmònica Porrerenca y un DJ! Por ello, a través de tu diario, animo a todo aquel que quiera pasar un buen rato, en un ambiente divertido y cargado de tradición, que no se pierda la fiesta de Sant Sebastià alternatiu, y que vengan a pasárselo bien junto a nuestra Sebastiana. Porque cuántos más seamos, más nos divertiremos».
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