El Drac de na Coca, 'dimonis', 'gegants' y caprogrossos participaron en el gran baile de inicio de las fiestas de Sant Sebastià. | Pere Bota

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Sant Sebastià ya està aquí. La plaza de Cort ha acogido este mediodía el ‘sus’ a las fiestas de la ciudad en una fiesta con un marcado carácter infantil y tradicional. Unas 350 personas, la gran mayoría familias con niños, disfrutaron del clásico espectáculo bajo un cielo encapotado que amenazaba una lluvia que nunca llegó.

Alrededor de las 11:20 horas los atronadores tambores de la batukada Nam Sobrats empezaron a oírse de la calle Colón. Minutos después los 11 percusionistas estaban en la plaza del Ajuntament dando inicio a la ceremonia a todo bombo. Cinco minutos después volvió el silencio y fue el turno para dos niños del Consell de l’Infància junto a una traductora de lenguaje de signos. Ella en mallorquín y él en castellano dieron la bienvenida a los asistentes y sirvieron de maestros de ceremonias para dar inicio a los actos de festejo.

A continuación, la batukada fue sustituida por un pequeño grupo de xeremiers con flabiol y tamborí para dar entrada a los cuatro 'gegants' de la ciudad de Palma. Las dos parejas Tòfol y Francinaina junto a Tomeu y Margalida danzaron cortésmente al son de las meloldías del conjunto de música tradicional.

Una vez concluido fue el turno de los 11 ‘capgrossos’ con sus estandartes y serpentinas. El moix y la rateta, la Fada Mariana, en Pere sense por, el Jai de sa barraqueta y n’Esperdenyeta son desde hace décadas una de las grande atracciones de esta jornada. «Desde siempre es la parte más me gusta de este día» contaba tras el acto Inés Ferrà una niña de unos seis años de edad en compañía de su padre, Joan.

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A diferencia de en 2023, este año no se contó con la participación ni de Madò Pereta ni de glossadors pero sí con un grupo de niños del colegio Arcángel San Rafael que fueron los encargados de dar paso al alcalde de Palma, Jaime Martínez. «Son unas fiestas dedicadas a los niños de esta ciudad. Las ganas que tienen las nuevas generaciones de participar en nuestras fiestas y construir comunidad».

Menos de dos semanas después de año nuevo, la plaza de Cort fue escenario de unas segundas campanadas. Una cuenta atrás de doce toques para dar la bienvenida oficial a las festes de Sant Sebastià. El público aplaudió con emoción y los niños dejaron volar unos globos azules con el logo de las fiestas que habían recibido por parte de la organización del acto con esa intención.

Los alumnos del colegio Arcángel San Rafael interpretaron brillantemente un pequeño relato protagonizado por cada 'capgros' elaborado expresamente para la ocasión por la escritora Caterina Valriu. Este sirvió como ‘pregoner’ de la fiesta ya que no hubo un pregón propiamente dicho.

Acto seguido, llegó el clímax de la fiesta con la aparición del Drac de na Coca y sus ‘dimonis’ escupiendo fuego. Junto a ellos y los ‘caparrots’ bailaron largo y tendido mientras el alcalde seguía con curiosidad el espectáculo desde una esquina. Una vez finalizada la danza, padres e hijos dieron de comer a la bestia dibujos de ‘pebres de cirereta’ reales y dibujados. De esta manera concluyó un 'sus' a las fiestas de Sant Sebastià infantil y tradicional.