La esclerosis múltiple es de dos a tres veces más habitual en las mujeres que en los hombres, y su frecuencia está aumentando. | Redacción Ibiza

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La esclerosis múltiple afecta a más de 2,8 millones de personas en todo el mundo, mientras que, en España, hay alrededor de 55.000 personas afectadas y cada año se diagnostican 2.500 nuevos casos, lo que la convierte en la segunda causa de discapacidad y la segunda enfermedad neurológica más frecuente en los adultos jóvenes españoles.

A estos datos, dados a conocer por la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, que se celebra este lunes, se suma que en los últimos cinco años, ha aumentado cerca de un 20 por ciento el número de pacientes con esclerosis múltiple. En declaraciones a Europa Press Televisión, la jefa de Sección del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, la doctora Celia Oreja Guevara, ha explicado que la esclerosis múltiple es una enfermedad que «sobre todo afecta a mujeres y a mujeres jóvenes» de alrededor de 30 años.

«Afecta sobre todo al cerebro y a la médula espinal y es una enfermedad del sistema inmune que es el sistema de defensa que tenemos para defendernos», ha destacado, recordando que la peculiaridad de esta enfermedad es que «es crónica» y la segunda causa de discapacidad entre las personas jóvenes. Los síntomas principales de la esclerosis múltiple son, por ejemplo, la neuritis óptica, una inflamación del nervio óptico y que hace que el paciente vea borroso o doble.

«Ese sería el síntoma más frecuente» de la esclerosis múltiple según la doctora Oreja, explicando además que el segundo síntoma más frecuente es cuando se queda dormido un brazo, una pierna o la mitad de la cara. «Luego ya hay otros síntomas como arrastrar la pierna y otro tipo de cosas como presión o fatiga», ha resaltado. Sobre los tratamientos para esta enfermedad, ha recordado que al ser una enfermedad crónica «es incurable», pero si existen algunos tratamientos para frenarla o reducir los episodios que causa. Como ejemplo, existen los corticoides para los episodios de visión borrosa pero «podrían quedar secuelas».

«Las secuelas se van acumulando y al final el paciente si cada vez que tiene un episodio le deja secuelas se van acumulando y el paciente entra en una gran discapacidad que tiene un fuerte impacto en su calidad de vida», ha explicado. Además, ha destacado que existen tratamientos para evitar que la enfermedad evolucione ya que al no poder curarla «lo que hay que intentar es pararla». «Lo que intentamos es ganar tiempo, que no se dañe el cerebro y al mismo tiempo que el paciente no tenga esos episodios o brotes y no haya un cúmulo de secuelas», ha resaltado.

La edad de inicio de la enfermedad suele oscilar entre los 20 y los 40 años; además, la esclerosis múltiple es de dos a tres veces más habitual en las mujeres que en los hombres y su frecuencia está aumentando. Asimismo, la causa de la esclerosis múltiple aún no está clara. Se cree que se origina en personas genéticamente predispuestas ante la exposición a ciertos factores ambientales como infecciones, falta de vitamina D, tabaquismo, etc, y probablemente a ciertos factores hormonales que hacen que las mujeres tengan el doble de riesgo de desarrollar esta enfermedad.

La esclerosis múltiple es una enfermedad que disminuye notablemente la calidad de vida de quien la padece, sobre todo si no se trata. Para ello, un diagnóstico temprano y un seguimiento adecuado de los pacientes puede ayudar a las personas con esclerosis múltiple a controlar los síntomas y a mejorar su calidad de vida. Además, la adopción de un enfoque integral y multidisciplinar, que incluya tratamiento farmacológico, modificaciones en el estilo de vida, terapias complementarias y apoyo psicológico y social, también puede beneficiar enormemente a los pacientes.

Por eso, la doctora Celia Oreja remarca la importancia de que los pacientes con esclerosis múltiple puedan recibir una neurorrehabilitación adecuada, dentro de su tratamiento multidisciplinar, que busque retrasar la aparición de la discapacidad y maximizar la autonomía personal de las personas afectadas y para ello, los fondos son esenciales para realizar investigaciones y mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

Por otra parte, la incertidumbre de la enfermedad y todos los síntomas asociados a ella afectan negativamente a muchos pacientes que, en muchos casos, manifiestan trastornos de depresión y ansiedad, con consecuencias y afectación a nivel social, familiar y laboral. La prevalencia de la depresión asociada a la esclerosis múltiple se encuentra entre un 37%-54% y la de la ansiedad oscila entre un 12%-40%.