El doctor Rogelio Laborde Valverde, nacido en Santiago de Cuba, reside en Mallorca. Médico especialista de profesión, que trabaja en el Hospital Comarcal d’ Inca, es amante de las letras desde la niñez. Por eso, pese a vivir inmerso en la Medicina, dedica especial atención a la Literatura. En ello también han contribuido sus viajes de ayuda humanitaria que ha realizado por África.
En 2015, edita, a través de Editorial Didot, su primer poemario, Lo bello es interior. Y ese año, uno de sus poemas, Mi jardín y la doncella, resulta finalista del Certamen Internacional Nuevas Voces para la Paz, mientras que otro también es finalista en el primer Certamen de poesía Primavera, patrocinado por Letras como Espada.
En 2016 la Editorial Didot publicó su segundo poemario, Alma desnuda, el cual sumerge a los lectores en un compendio de poesía de amor y vida. En 2017 resultó finalista nuevamente del concurso de Micropoemas Letras como Espada, autopublica su poemario Telaraña y vuelve a ser finalista en Nuevas voces para la Paz (Seattle, USA).
En 2018 saca a la luz un nuevo poemario, Susurros del silencio, a la vez que, en la Universidad Internacional de Valencia, inicia sus estudios del Máster de Escritura Literaria, obteniendo en junio de 2019 el título de Máster en Creación Literaria, que le permite perfeccionar su técnica de escritura. En diciembre del mismo año publica su quinto poemario, A contraluz. Y con el fin de la pandemia, sale a la luz Raíces, que presentará esta tarde en la Librería Espirafocs, de Inca. Todo eso, como decimos, compaginándolo con su profesión: médico especialista en Ginecología y Senología.
La poesía y el diagnóstico
En la actualidad, está revisando lo que será su primera novela, Ebony, «que se desarrolla en mis primeros años de trabajo en África». El doctor Laborde Valverde, que estudió Medicina en Santiago (Cuba), que trabajó en África (Guinea Conakry) como gineco-obstetra, que posteriormente, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Madrid, hizo el máster de Senología, y que a partir de ahí comienza a atender pacientes con cáncer de mama y patologías benignas, reconoce que la poesía, que según dice «nació conmigo, ya que desde mi niñez fluía de mi ser con facilidad», le ayuda a establecer un vínculo con el paciente que transita por momentos difíciles, como puede ser un cáncer de mama. «No quiero decir con ello que mi lenguaje ante un diagnóstico difícil sea poético, pero la poesía sí permite dotarme de esa sensibilidad, que en momentos como esos se necesita. Por ello la poesía se convierte en mi refugio, en mi universo interior...».
Y apostilla: «Acompañar una paciente en plena vulnerabilidad en momentos tan difíciles, y hacerlo junto a los compañeros de Psicooncología, y del equipo multidisciplinar, y lograr robarle esa sonrisa de sentirse, profesional y emocionalmente, bien acompañada, es la mayor satisfacción». Ni que decir tiene que el doctor Laborde Valverde es persona conocida en Inca, sobre todo por su humanidad, por lo que, imaginamos, será mucha la gente que le quiera acompañar en esta presentación. Quedamos en vernos un día para charlar de Cuba, de Maceo, de las playas próximas a donde el creció, como la de González, en la que quedan los restos de los barcos españoles destruidos por la flota norteamericana... Sí, podemos hablar de muchas cosas interesantes.
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