Jaime Cantizano posa al lado del logo de Onda Cero en Son Caliu. | Pere Bergas

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El hotel Son Caliu Spa Oasis se ha convertido en la mañana de este sábado en un improvisado estudio radiofónico. Rodeado por un equipo de profesionales, acompañado por Boris Izaguirre y ante un público totalmente entregado, Jaime Cantizano ha presentado desde Calvià su magazine radiofónico Por fin no es lunes, un programa matinal de Onda Cero que se emite todos los sábados y domingos de 8 a 12 horas, y que combina la actualidad informativa, la cultura y el entretenimiento. Acabada la emisión, y después de tomarse fotografías con un buen número de madrugadores que asistieron al programa en directo, Cantizano toma asiento, bebe un buen sorbo de agua y conversa sobre el medio radiofónico y otras materias.

- Después del programa, la voz no es la misma...

Son cuatro horas muy intensas, sí supone un esfuerzo, porque es un programa muy ágil, y el que presenta y dirige debe llevar la escaleta en la cabeza. Hay quién dice que es muy diferente a la televisión, pero la intensidad es la misma. Además, siempre hay cámaras y ojos que te vigilan.

- ¿Cómo se siente con la recepción del público? Todos querían una foto.

Siempre me he sentido muy respetado y querido por los espectadores y oyentes. Cuando me hablan de la popularidad, la fama y el reconocimiento, pienso en el respeto. Siempre han sido enormemente respetuosos conmigo y, humildemente, creo que, después de tantos años, me he convertido en un habitual, en parte de su día a día.

Jaime Cantizano y Boris Izaguirre durante la emisión del programa.

- Empezó su carrera en la radio y, desde hace ya una década, vuelve a estar en antena.

La radio, un medio que cuenta con más recorrido histórico que la televisión, goza de muy buena salud. Incluso te diría que se encuentra en mejor estado que la televisión.

- Tiene algo que la hace perenne...

Sí. Además de la inmediatez, la radio es un medio del que la gente se fía, donde encuentra debates más serenos, pausados y profundos. Te permite hacer cosas diferentes.

- Y también hace compañía...

Siempre cuento una anécdota con una persona con discapacidad visual. Me encontré hace unos años con ella y me dijo: «Mira, cuando aparecías en la tele, yo te escuchaba. Ahora que estás haciendo radio, te veo». Me impactó mucho. Como somos más transparentes en la radio, conectamos más con los oyentes y tienen una imagen más definida de nosotros.

- En el programa se ha hablado de divos y divas en la ópera. Yo le pregunto por otros. Durante una buena etapa de su carrera profesional se ha dedicado a la prensa del corazón, ¿Por qué nos interesa? ¿Qué buscamos en la vida de los demás?

El hombre, desde que es hombre, se ha interesado por lo que le ocurre al de enfrente. Y si además, el de enfrente es alguien que se mueve en un ámbito que está alejado de tu vida cotidiana, despierta todavía más la curiosidad el saber cómo vive, cómo siente, cómo se relaciona... Además, nos pasa a todos. Cuando nos reunimos en la mesa, aunque sean catedráticos o premios Nobel, y la conversación sea sesuda en un principio, al final del ágape se acaba hablando de cosas muy humanas. Está en nuestra naturaleza.

- Le preguntaría por cómo aconsejaría a alguien que quiere dedicarse a la comunicación, pero hace poco me advirtieron que los consejos pueden quedarse obsoletos. Así que le pregunto, ¿qué consejo le daría al Jaime del pasado?

Le aconsejaría que no se exigiera tanto y que, casi nada, es vitalmente importante. Porque es verdad que, una de las cosas que más me han castigado a lo largo del tiempo, es haberme exigido de forma permanente, cuando en el mundo laboral casi nada te lleva al dilema 'vida o muerte'. No debes someterte a ese nivel de estrés.

- ¿Tiene algún proyecto de futuro?

Mi principal proyecto en este momento es terminar la temporada, porque está siendo muy intensa. Desde que comencé, he tenido la suerte de no parar nunca. Me siento muy afortunado, siempre he estado activo y he tenido trabajo. Eso es lo que tengo en la cabeza.