De coches a motos: la flota de vehículos camuflados de la DGT | R.S.

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La Guardia Civil de Tráfico tiene bajo su control una flota interminable de vehículos para controlar que los conductores tengan una conducción adecuada a las exigencias de la normativa. Sin embargo, a pesar de que la mayoría de los coches están rotulados, hay otros modelos que los usan para pasar desapercibidos. Eso sí, no son los únicos, también hay furgonetas, motos e, incluso un camión.

En la flota de coches camuflados, Tráfico emplea coches de gamas normales de diferentes marcas para controlar las velocidades de los conductores. Estos vehículos están adaptados para poder ejercer las labores correctamente, ya que están equipados con radares móviles, aunque también se encargan de controlar otras infracciones. Citroën, Peugeot , Opel, Seat o Renault son algunos de los más usados por la policía.

Los coches no son los únicos habilitados para estas funciones. Actualmente, se cuentan con más de 20 unidades en forma de furgonetas para comprobar que se cumplen las normas viales. Por la altura, los agentes de la Guardia Civil las emplean para vigilar dos tipos de infracciones: uso del cinturón de seguridad y el uso del teléfono móvil al volante.

Lo más sorprendente es la inclusión de un camión, que acompaña a las patrullas. En este caso, el camión no multa, pero informa de lo que sucede para que los compañeros puedan multar. Se cuenta con un sólo ejemplar ya que está implementándose para ver si su funcionamiento tiene un efecto positivo.

Por último, las motos han sido las últimas en llegar a las manos de la Guardia Civil. Forman 34 unidades su flota de moto y su ‘modus operandi’ es el mismo que siguen con las furgonetas. Su misión es velar por la seguridad de los motoristas. Por esta razón, estarán presentes en aquellas carreteras donde la siniestralidad de los motoristas es mayor, controlando que llevan a cabo una conducción responsable. Vigilarán, por tanto, los excesos de velocidad (aunque no están equipadas con radares), la conducción en paralelo, los adelantamientos, el uso del móvil y del equipamiento obligatorio así como el consumo de alcohol y drogas. Y aunque su objetivo son las motos, también estarán atentas a otros vehículos