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En la oscuridad de la noche, el Parc de Son Parera del Molinar se convirtió este sábado en un verdadero infierno. Allí, la colla de dimonis Kinfumfà celebró su trece aniversario y una década de actividad. «En 2020 tuvimos que celebrar nuestro décimo aniversario entre mascarillas y en casa, así que esperamos la vuelta a la normalidad para poder hacerlo a lo grande. Es un orgullo el crecimiento y reconocimiento de la colla. Los correfocs son espectaculares, muy visuales, pero sin pirotecnia también somos dimonis: siempre hemos querido divulgar la cultura del foc y la figura del dimoni en el imaginario balear, y aun nos queda mucha mecha», sostiene el presidente de la colla desde 2015, Tolo Méndez.

Esta colla se fundó en 2010 en el barrio del Molinar. «Un antiguo miembro, estudiante de Arte Dramático, tenía ilusión de formar una colla, por lo que nos reunimos un grupo de quince amigos. Ser dimoni no es solo quemar pirotecnia y ponerse una máscara, sino remover conciencias. Intentamos que los integrantes creen un personaje, y los nuevos participan en talleres de expresión corporal», afirma Méndez. En 2015, se asociaron con su ya inseparable batucada Kintrofà y, en 2019, se creó la colla infantil. Entre todas sus ramas, ahora la colla está integrada por un centenar de personas.

Así, está claro que no les faltan motivos para celebrar. La fiesta empezó a las 16 h, con un taller de máscaras, cuentacuentos, pintacaras y una gimcana infantil. A las 18 h, tuvo lugar un encuentro de batucadas; dos horas más tarde se celebró un animado espectacle de foc infantil y, a las 21.30 h, le llegó el momento al Correfoc d’Aniversari KFF 10+3, al que se sumaron once colles, y la bestia es Drac de na Coca. Participaron casi un centenar de dimonis, que quemaron 50 kilos de pirotecnia.