Enfermeros en un centro sanitario al principio de la pandemia de covid. | M. À. Cañellas

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Ningún terremoto, sequía o huracán en la historia registrada ha cobrado más vidas que la pandemia de la Covid-19, según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), que advierte de que «el mundo no está preparado para la próxima pandemia». Así lo expresan en el marco de la publicación de dos informes este lunes por la red de la Federación Internacional, el 'Informe Mundial sobre Desastres' y el 'Informe Todos Cuentan', que ofrecen información sobre los éxitos y desafíos de los últimos tres años y hacen recomendaciones sobre cómo los líderes pueden mitigar tragedias de esta magnitud en el futuro.

El coordinador de Cruz Roja Española, Toni Bruel, insta a la preparación local, la prevención, el aprovechamiento y optimización de los recursos, la protección común contra los impactos socioeconómicos, el fortalecimiento de los mecanismos de solidaridad global para garantizar respuestas a todas las necesidades, y el análisis continuo de la situación para reevaluar en todo momento si es necesario modificar las ayudas, y tomar medidas. En esta línea, Cruz Roja Española ya ha puesto en práctica algunas de estas medidas, ya que, según recuerda, se anticipó a la situación de emergencia gracias al continuo contacto con la Cruz Roja China.

«Compramos material de protección, y diseñamos un plan estructurado, el plan 'Cruz Roja RESPONDE', con distintas situaciones hipotéticas, que después se fueron materializando y nos permitió que adaptásemos nuestras capacidades a la situación de pandemia. De este modo, se consigó mitigar, en la medida de lo posible, los efectos adversos de la pandemia», afirma. Del mismo modo, Bruel apunta a la importancia de estar preparados para estas situaciones.

«Ya hemos visto cómo una crisis sanitaria ha afectado no solo a la salud, sino también al empleo, o la economía, por lo que tenemos que ofrecer respuestas trasversales y efectivas para evitar que se genere o incremente la vulnerabilidad», ha opinado. Por su parte, Jagan Chapagain, secretario general de la FICR, comenta que «la pandemia de la Covid-19 debería ser una llamada de atención para que la comunidad mundial se prepare ahora para la próxima crisis de salud».

«Nuestras recomendaciones a los líderes mundiales se centran en generar confianza, abordar la desigualdad y aprovechar a los actores y comunidades locales para realizar un trabajo que salve vidas. La próxima pandemia podría estar a la vuelta de la esquina», ha advertido Chapagain. Cruz Roja Española, a través del plan 'Cruz Roja RESPONDE', ha ayudado a 5.425.846 personas a hacer frente a la pandemia de Covid-19 y, más ampliamente, la red de la Federación Internacional llegó a más de 1.100 millones de personas en los últimos tres años para ayudarlas a mantenerse a salvo del virus.

Durante ese tiempo, un tema que fue reiterativo fue la importancia de la confianza: cuando las personas confiaban en los mensajes de seguridad, estaban dispuestas a cumplir con las medidas de salud pública para frenar la propagación de la enfermedad y salvar vidas; del mismo modo, solo fue posible vacunar a millones de personas en un tiempo récord cuando la mayoría confiaba en que las vacunas eran seguras y eficaces. Para Cruz Roja Española, quienes responden a las crisis «no pueden esperar hasta la próxima vez para generar confianza».

«Debe cultivarse a través de una comunicación genuinamente bidireccional, proximidad y apoyo constante a lo largo del tiempo», comentan. «Las organizaciones comunitarias son una parte integral de la preparación y respuesta ante una pandemia. Los actores locales y las comunidades, como socorristas de primera línea, tienen roles distintos pero igualmente importantes que desempeñar en todas las fases del manejo de brotes de enfermedades. Es necesario aprovechar su conocimiento local para lograr una mayor confianza, acceso y resiliencia», afirma Chapagain. «Han sido tres años muy duros, pero estamos publicando esta investigación y haciendo recomendaciones en un acto de esperanza: la comunidad global puede aprender lecciones y hacer justicia a esta tragedia al estar mejor preparada para futuras emergencias de salud», añade.