Representantes de las 49 cofradías participantes ataron sus pañuelos festivos en el ‘brazo incorrupto’ de Sant Sebastià. | Pere Bergas

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Después de dos años de parón, el mal tiempo no pudo con las ganas de fiesta y miles de personas salieron ayer a la calle para celebrar la Revetla alternativa de Sant Sebastià. La fiesta comenzó al mediodía con el sus a las fiestas patronales en el Bar Espanya Can Vinagre, acto organizado por la Confraria de Sant Sebastià desde 2013.

Bajo un cielo gris plomizo que amenazaba tormenta, centenares de personas se reunieron en la calle Oms para celebrar el tradicional xupinasso de Anís del Mono. Tras la bienvenida de Mateu Martorell, propietario del emblemático bar, y un original pregón ‘protagonizado’ por el rey emérito, Juan Carlos I, junto a su nieto Froilán de Marichalar, entonando el clásico «avui sa festa es tot lo dia, avui tot Palma cremarà», los presentes se dirigieron a sus respectivas comidas de cofradía.

Acabado el ágape, a las 18 horas, las 49 cofradías de Palma se reunieron en la plaza de Llorenç Bisbal, donde representantes de cada agrupación ataron sus pañuelos festivos a la réplica del brazo incorrupto del santo. A continuación, con la plaza hasta los topes y un ambiente de fiesta inigualable, se produjo un simbólico enfrentamiento entre la mencionada reliquia y un doctor de la peste negra, iniciativa de la Obraria de Sant Sebastià, organizadores de este multitudinario encuentro.

De esta manera, con los primeros foguerons ya encendidos, unos se quedaron en Llorenç Bisbal de fiesta con la música de la Filarmònica de Porreres; la Confraria de Sant Sebastià fue en procesión, con el Sant Reskat al frente, por las calles de Palma, pasando por el Bar Flexas, hasta alcanzar de nuevo Can Vinagre, donde siguieron con la farra hasta altas horas de la noche, y por último, muchos otros se movieron por el centro de Ciutat para disfrutar de los numerosos conciertos de la Revetla.