Tomás Melgar, mallorquín, hijo de mallorquina y vallisoletano, es, desde hace tres años, el director del Aeropuerto de Palma. | Click

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A Tomás Melgar le hemos invitado a que se acerque a la sexta planta de El Corte Inglés de Avenidas, y a que se siente en una mesa, en la que predominan los tonos verdes con el blanco, y que nos hable de la Navidad, cómo la pasa y si en Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo hay cierta preocupación por si se produce alguna emergencia en el aeropuerto, teniendo en cuenta que hay días, por aquello del ‘vuelve a casa por Navidad’, en los que el tráfico suele ser muy    intenso. «Nunca hay una desconexión total. Puede que yo esté en casa, con mi familia, pero siempre conectado con el ejecutivo de servicio durante las 24 horas, que es quien controla que todo funcione en Son Sant Joan».

Los hijos vuelven por Navidad

Pues, una vez que sabemos que lo tiene todo bajo control, le preguntamos por la Navidad más entrañable, la que disfruta con los suyos. «La Nochebuena la celebramos en casa, con mis tres hijos, que estudian fuera, en Madrid, Valencia y Lituania. Al ver nuestra cara de asombro, aclara que su hija estudia Medicina en Lituania, un país perteneciente a la Comunidad Europa, matiza, «y como allí se juega mucho a baloncesto –añade– y a ella le gusta ese deporte…». En cuanto al día de Navidad –prosigue– estamos con la familia de mi mujer, y en la segunda fiesta, con mi familia».

En estos días juega un papel importante la comida. Melgar aclara quién hace la compra y quién prepara el menú. «Pues yo me encargo de todo, de comprar y de cocinar. Sí, en casa, el que cocina soy yo. La cocina es mi territorio».

En lo referente a regalos, «a casa vienen siempre los Reyes Magos, puede que por Nochebuena llegue algún que otro regalo. Pero desde siempre, los que los traen son los Reyes. En casa hay belén, del que somos unos grandes defensores, y también árbol de Navidad y lucecitas. Toda esta decoración contribuye a que se sepa que estamos en Navidad».

La otra tradición navideña

Y siguiendo con las tradiciones, Los Melgar, por Nochebuena, primero van a la Misa del Gallo y luego se reúnen en torno a la mesa para cenar. Y después de la mesa se quedan en casa, prolongando la velada. Pero es que además de estas tradiciones propias de la Navidad y Año Nuevo, ellos cumplen con otra que vienen haciendo desde hace muchos años: las matances, que organizan entre Navidad y fin de año. «Sí, dos cerdos negros criados en Sineu, de los que, entre otros productos, obtenemos unas sobrasadas excelentes». Pues, ¡Felices fiestas!