Distintos tipos de panes. | Pixabay

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Pan con chocolate, con aceite, pan con mantequilla y azúcar, tostadas con mermelada, pan con vino y azúcar... Estas meriendas han sido el capricho y las delicias de muchas generaciones que consideraban este alimento como algo indispensable en sus comidas. Aunque, también es cierto que luego vinieron esos años en los que los que consumir pan parecía ser el mayor de los pecados capitales. Y es que eliminar el pan de la alimentación era la primera premisa que debía cumplirse para cuidar la dieta. Pero, de un tiempo a esta parte, ha aparecido una nueva corriente healthy que aboga sobre las bondades de este producto. Y es que un pan cocinado con fermentación natural, harinas sin refinar y masa madre es uno de los alimentos incluidos en una dieta equilibrada.

El pan vive su época dorada. Prueba de ello es la gran cantidad de oferta que está recuperando la forma tradicional de elaborarlo. El pan está de moda. Desde que emergió la fiebre por elaborar pan casero, son muchas las panaderías y hornos que se han apuntado a las nuevas tendencias en cuanto a pan se refiere. Y al igual que los gustos, las posibilidades de este producto son infinitas. Pan brioche, baguette, de nueces, centeno, xeixa, semillas, hogazas de pan moreno,... Sin duda, el pan casero es el nuevo caprichoso gourmet de muchos.

En cuanto a algunos de los panes más populares podemos encontrar la clásica baguette francesa. Se trata de una barra de pan fina y alargada que se encuentra entre los panes internaciones de mayor consumo en todo el mundo. Para elaborar una buena baguette hay que seguir la receta original y tan solo lleva agua, harina, masa madre, levadura y sal. Siguiendo en Francia, nos topamos con el brioche, un pan con un toque dulce y que se emplea mucho como pan de hamburguesa.

En cuanto a panes mallorquines, cabe destacar el tradicional llonguet. Un panecillo    ligero, con una corteza consistente y una miga suave, que admite cualquier tipo de acompañamiento. Evidentemente, hay que mencionar una de las recetas más emblemáticas mallorquinas en cuanto a pan se refiere: el pan moreno. Un clásico que se utiliza para el pa amb oli, y también se suele servir en trozos como entrante acompañado de alioli y olives trencades.

Otra de las recetas que ha ido cogiendo mucha fuerza es el pan de xeixa, convirtiéndose en uno de los principales productos de los menús degustación de algunos de los chefs mallorquines, como es el caso de Joan Marc. La harina conseguida con el trigo xeixa es de sabor dulce e intenso y de bajo contenido en gluten, lo que la hace más digestiva y también mucho menos alergénica una vez panificada. El xeixa es un trigo de buena calidad, de harina blanca y más sabrosa que la del trigo ordinario. Características que ya puso en valor el poeta mallorquín Guillem d’Efak en su poema Cançó de Son Coletes, en el que recuerda cómo las clases altas de la Edad Media tenían preferencia por este trigo.