Cristian Balta con su hijo Sky y su socia Gabriela Mijas, junto a Steven Chang, camarero de Agabar, posan con la placa que les acredita como ganadores.

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Los grandes embajadores aztecas, el Margarita y la Sexy Paloma, corren como el agua en Agabar, la coctelería regentada por Gabriela Mijas y Cristian Balta, ganadora en la categoría de Mejores Aperturas de Bar 2022 en FIBAR (Feria Internacional Cocktail Bar), punto de encuentro y referencia del bartending nacional, con sede en Valladolid. Incrustada en el corazón del barrio de Santa Catalina encontramos esta coctelería, cuya carta acoge una vibrante explosión de combinados de tequila y mezcal, la mayor de Balears.

Supieron que formaban parte de la terna finalista tras «recibir una lluvia de mensajes y llamadas, la noticia había corrido entre la gente que nos conoce y querían felicitarnos», explica Gabriela. «Nadie nos avisó de que podríamos estar entre los tres finalistas, cuelgan las publicaciones en redes y te encuentras la sorpresa», añade Cristian.

Hablamos con los bartenders por teléfono, se encuentran en la capital del Pisuerga, donde acababan de recoger el preciado galardón. Están exultantes, ya que «este premio es el resultado del trabajo bien hecho», confiesa Cristian. Y no es para menos, tras exponer su modelo de negocio y presentar algunos cócteles en una ponencia en la que «arrasó el cóctel ‘Colada del Valle’», ahora están de regreso a Mallorca con un peso extra en el equipaje, una bonita placa metálica con fondo en madera que en breve penderá de las paredes de Agabar.

Flor y nata

Colarse entre la flor y nata de la coctelería estatal no es tarea fácil, «la élite del gremio está en Barcelona y Madrid, y es muy difícil disputarles el puesto, por eso estamos tan contentos». Cuentan que afrontaron la deliberación del jurado con la seguridad de que, pasara lo que pasara, saldrían ganadores. Y es que «solo con estar aquí ya es un premio», opina Gabriela. Lo secunda su compañero: «Ser una de las tres mejores coctelerías nuevas del país es suficiente reconocimiento».

En plena elaboración de un cóctel.

A un año de su apertura y con toda la expectación que ha levantado el galardón de FIBAR, Agabar se enfrenta a un estimulante reto: mantener la autoexigencia. Por eso, haciendo buena la frase ‘cuesta más mantenerse que llegar a la cima’, Cristian cree que «este premio nos pondrá presión, la gente vendrá con expectativas, y eso es una responsabilidad que nos ayudará a crecer y hacerlo mejor». A Gabriela le motiva el reto, de espíritu positivo, sostiene que desde la apertura «hemos tenido muy buen feedback».