Las cenas de empresa multitudinarias regresan con el mismo ímpetu de antes de la pandemia. O más. | C.C.

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Belén Bobes lleva cerca de una década ligada al mundo de la restauración. Ella, como tantos otros empresarios del sector, sufrió los efectos económicos del coronavirus, con meses de cierre del negocio –total o parcial– y una enorme cantidad de género tirado a la basura por exigencias del guion pandémico.   

Ahora, por fin, Belén sonríe. Y no hay para menos. La Navidad de 2022, la primera en libertad desde el año 2019, promete ser la mejor vivida para los restaurantes de toda España, también de Mallorca. No hay inflación, crisis energética ni sueldos congelados que se resistan ante unas fechas señaladas en rojo por familias y empresas, y a las que nadie parece estar dispuesto a renunciar. Al precio que sea.

A TOPE

Tal es la demanda que los almuerzos y cenas rebosan ya, antes y después de Navidad, en las hojas del calendario: «Tenemos cenas navideñas desde octubre y se alargarán hasta bien entrado el mes de enero», explica Belén, responsable del Restaurante Eagle, ubicado en el Real Golf de Bendinat. Estos días, en el Eagle y en la mayoría de establecimientos de restauración, hacen encaje de bolillos para no tener que rechazar ni una sola de las llamadas que solicitan mesa para las próximas fechas. Hay reservas los siete días de la semana y casi a cualquier hora del día, en una efervescencia propia de las navidades prepandémicas, pero con cifras que en la mayoría de casos rebasarán las de 2019, uno de los «mejores años» para la restauración.

Belén Bobes, responsable del restaurante Eagle, del RealGolf de Bendinat.   

En el caso del Eagle, Belén ha preparado media decena de menús para todos los bolsillos pero bajo una premisa autoimpuesta: no repercutir en sus clientes un incremento del precio de la materia prima que ella sitúa alrededor del 25 por ciento. De esta forma, y poniendo –eso sí– un límite al consumo libre de alcohol, el descenso en la rentabilidad resulta soportable. Junto a ello, ha debido asumir también algún que otro retoque en sus platos, sustituyendo –por ejemplo– el rape por la merluza: productos más económicos que no conviertan los menús en inasequibles para la mayoría.   

Así, al restaurante le podrán cuadrar las cuentas a fin de que el «enorme esfuerzo» que van a realizar durante las próximas semanas tenga su recompensa tras una oscura época que su propietaria prefiere olvidar. Y es que, tras dos años de confinamientos y limitaciones a la movilidad, la gente tenía «muchas ganas de fiesta». Lo asegura Belén después de comprobar cómo grupos cerrados para una cantidad concreta de personas se van ampliando hasta casi doblar el número de comensales. Entiende la gerente del Eagle que «nadie quiere faltar» a esta cita con la Navidad, y por ello quien no cierre su reserva ya mismo «corre el riesgo de quedar fuera».

L’Artista tiene tres restaurantes y ya están a tope de reservas para estas fiestas.

RÉCORD

Desde Restauración CAEB comparten el diagnóstico. Su presidente, Alfonso Robledo, admite el «elevado ritmo de reservas» existente en todo el sector y favorecido además por el caprichoso calendario que ha dejado diez días consecutivos ideales para la celebración: desde el viernes día 2 hasta el domingo 11 de diciembre. Porque, en el actual contexto –matiza Belén Bobes– los domingos también son «un gran día» para los ágapes. Junto a los restaurantes de este tipo, los hoteles de cuatro y cinco estrellas que a estas alturas siguen abiertos en las zonas de Platja de Palma, Calvià, Sóller, Alcúdia-Can Picafort o en la capital balear, preparan igualmente menús especiales para estas fechas. Y a juzgar por el ambiente preliminar, nadie se quedará con una mesa vacía.

Las copas ya no irán incluidas en el menú navideño para grupos.

Así el empresario enjuaga la subida de la materia prima.

REZAGADOS

Quien a estas alturas no tiene anotadas ya sus fechas de celebración es probable que tenga que montárselo en casa. Cristina lleva semanas buscando un lugar en el que poder almorzar y tomar un par de copas. Sin tener el grupo cerrado, ha dejado pasar el tiempo sin concretar ninguna reserva y ahora, con más de una veintena de comensales apuntados, sufre para dar con un lugar idóneo sin tener que salir de Palma. Leonardo Melucci admite desde la pizzería L’Artista que es «complicado» encontrar mesa ya a estas alturas de noviembre. No en vano, sus tres locales –en Can Pastilla, Paseo Marítimo y Son Moix– están a punto de colgar el cartel de ‘completo por Navidad’. Y si no lo hacen ya es, sencillamente, porque no les interesa. «Las reservas de grupo nos ayudan entre semana, pero viernes y sábados los restaurantes están llenos y procuramos mantener las mesas libres», explica Melucci, quien también ha comprobado en primera persona cómo los eventos de empresa avanzaban en el calendario desde las fechas tradicionales hasta primeros de este mes.

Y no solo eso: los grupos son ahora «mucho más grandes» que hasta la pandemia. Corrobora así las palabras de Belén Bobes cuando afirma que «nadie quiere quedarse fuera» en unas fiestas que se vivirán plenamente por primera vez en tres años. E igual que ocurre en el Eagle, en L’Artista evitarán repercutir la inflación en el cliente. Habla Leonardo de un incremento de precio nunca superior al 10 %, aunque limitando también aquí el consumo de bebidas. Los precios de los menús quedan así fijados en una horquilla que oscila entre los 30 y los 40 euros por comensal, para unos almuerzos y cenas que serán multitudinarias a juzgar por las reservas que maneja L’Artista, donde ya han confirmado grupos de hasta 180 personas. Y aunque todavía puede sonar el teléfono, recuerda Eduardo Melucci que, a las puertas de una Navidad especialmente cargada de cenas de empresa, «conviene no dejarlo todo para el último momento».

Pedro Mayol, de Safrà 21, confirma que las ganas de fiesta se han trasladado al mediodía, seguido por el ‘tardeo’.

CON GANAS

La ilusión que existe por recuperar la Navidad la han percibido también desde CAEB Restauración. Alfonso Robledo dice haber detectado cómo en muchas empresas en las que la propiedad no asume este tipo de eventos han sido los propios trabajadores los que han tomado la iniciativa para, aunque sea de su bolsillo, poder disfrutar del reencuentro navideño con sus compañeros de trabajo. De hecho, la inédita anticipación de estas celebraciones se ha dado incluso en mayor medida en la Península, algo que Robledo achaca al hecho de que aquí hayamos disfrutado del verano meteorológico hasta hace apenas unos días. «Seguramente eso nos habrá hecho olvidar que estamos ya a las puertas de las fiestas navideñas», subraya el responsable de la entidad de restauración de CAEB.

AL MEDIODÍA

Las celebraciones familiares y de empresa en este 2022 confirman además un cambio de tendencia que corrobora, desde la arrocería Safrà 21, Pedro Mayol: «La gente ha dejado la noche para cambiarla por el almuerzo al mediodía». Es uno más de los muchos efectos del éxito del ‘tardeo’, que en pocos lugares de España ha logrado tantos adeptos como en Palma. Los grupos –señala Mayol– prefieren comer y hacer una primera copa en el restaurante antes que quedar por la noche, como era costumbre hasta no hace mucho tiempo. Y aunque ya estos días recibe a grupos de empresa, solo una fecha está completa en Safrà 21: la del viernes 16 de diciembre. Allí los precios de menús navideños quedan intactos respecto al pasado año, con opciones entre los 35 y los 45 euros y eliminando, eso sí, la invitación a la primera copa.   

Además, desde el restaurante de Ciudad Jardín han adquirido ya 800 lechonas para repartir a domicilio. Tras un 2021 de récord en el take away debido a las restricciones a la movilidad, Pedro Mayol cree que en cualquier caso será una Navidad «muy buena» para el sector, con mucha gente «ansiosa» por celebrar esas fechas tras el paso de la pandemia. Por todo ello, y en tal contexto de euforia, hará falta tener una palabra presente: moderación. Porque los efectos perversos de una cena de empresa mal gestionada dan, desde luego, para otro reportaje.