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Las precipitaciones del día no eran esperanzadoras. De hecho, a las 19 horas ha caído una breve granizada que ha obligado a buscar resguardo, pero, como si de un milagro navideño de telefilme sabatino se tratara, la lluvia cesó en el momento clave y los ciudadanos de Palma disfrutaron en la noche de este sábado del encendido del alumbrado de Navidad. El acto del encendido tuvo lugar en la plaza de la Reina, a las 20 horas, precedido por una sonora cuenta atrás.

Los presentes se concentraron en el Passeig del Born y, desde allí, observaron cómo súbitamente fulgurantes estrellas, esferas y guirnaldas engalanaban el dosel arbóreo del paseo. Este año, la asociación que se encargó de activar la corriente eléctrica fue Gira-sol, que trabaja por la mejora del bienestar social de las personas con un problema de salud mental y el acompañamiento a sus familiares.

La fiesta de la luz no se limitó a este acto, sino que contó con diferentes instalaciones y espectáculos lumínicos distribuidos por el centro de Ciutat. Los cuerpos celestes conectaron el Parc de sa Feixina y Jaume III en el luminoso pasacalles Univers, de las compañías El Carromato y Oakleaf. En el Hort del Rei y el lago de los cisnes, la cía. Tecnoradio preparó su instalación inmersiva de proyecciones láser atmosféricas y un mapping arquitectónico, llamado Photonex, que transformó el emblemático escenario. Un espectáculo similar se organizó en la fachada de Cort, en este caso a cargo de Dalumen Lab; el frontispicio del edificio se convirtió en La caixa mágica secreta: como las escaleras de Hogwarts, las ventanas giraban sobre sí mismas y la fachada barroca cambiaba continuamente de forma.

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En el parque de sa Feixina el público no pudo disfrutar de La viatgera del temps, un espectáculo del Circ Bover que se suspendió a causa de la lluvia. Pero sí se presentó Geometries del paisatge, una propuesta de mapping del artista asturiano Javier Riena, en la que proyecciones geométricas convertían a los árboles de la zona en cambiantes esculturas lumínicas, modificadoras de la percepción del entorno. Otro show en sa Feixina fue Pi, del estudio Slidemedia, que consistió en una proyección tridimensional sobre una escultura circular fija, sostenida en el aire, con la que el público podía interactuar vatriando el mapping con sus movimientos.

El último de los espectáculos, ubicado en el escenario del acto central, Flotados, de los artistas David Moreno y Cristina Calleja, también tuvo que ser suspendido. Además de todo esto, algunos fueron a ver uno de los nuevos elementos del alumbrado navideño: una gran estrella de doce metros, en la plaza de la Porta de Santa Catalina. El lunes está prevista la instalación de otro nuevo ornamento en la plaza García Orell, un esfera de nueve metros de altura que permite pasar por su interior.

La iluminación navideña está compuesta por 282 kilómetros de guirnaldas, luces en más de mil árboles, 964 bolas y estrellas medianas y más de mil esferas grandes, 366 arcos luminosos, más de mil banderines, seis carpas luminosas, como las de Cort o la plaza Major, y árboles de diferentes tamaños. Con el fin de apoyar al comercio, Cort ha recuperado este año el horario de alumbrado previo a la pandemia. De esta manera, entre semana se encenderá de 17.30 a 22 horas, y durante los fines de semana hasta las 24 horas. En los festivos navideños, las calles permanecerán iluminadas hasta las seis de la madrugada.