La calabaza, el aguacate, la alcachofa o la mandarina, algunos de los tesoros gastronómicos de estos meses. | Freepik

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Nos olvidamos del verano, si las temperaturas aflojan y lo permiten. Lejos quedan ya las frutas ricas en agua y sales minerales del verano, como el melón y la sandía. Siempre hay que recordar que consumir alimentos de temporada, además de ser más sostenible también hace que la alimentación gane en vitaminas y otros nutrientes. Por eso, es el momento de tirar de nuevos tesoros gastronómicos, con alimentos ricos en vitaminas y minerales, así como de antioxidantes y fibra (vitamina C, ácido fólico, calcio, magnesio).

En cuanto a las frutas del otoño, podemos recurrir a frutos del bosque como frambuesas, moras o arándanos; el aguacate, una siempre importante fuente de grasas beneficiosas de origen vegetal al organismo; sin olvidar las peras, las manzanas kiwis, higos, chirimoyas, pomelos y el membrillo, que se caracteriza por tener un bajo contenido en azúcares y mucha fibra, algo que lo hace perfecto para personas con estreñimiento o problemas digestivos. Pero sin duda son especialmente protagonistas del otoño la granada, una de esas frutas difíciles de encontrar en cualquier otra época del año; las uvas y los cítricos como mandarinas, naranjas, limones y limas.

Si hablamos de verduras, la calabaza es la estrella. Muy popular estos días, es un alimento cuyo consumo va mucho más allá de la festividad. De hecho, es una de las hortalizas más utilizadas para elaborar cremas, cocinarse a la brasa o emplearse como guarnición. Se trata de un alimento con pocas calorías, pues posee un 90 % de agua y un contenido bajo en hidratos de carbono, y es fuente de minerales y vitaminas como potasio, magnesio, hierro, zinc o ácido fólico.

Durante el otoño encontramos también alcachofas, acelga, coliflor, berenjenas, espinacas, brócoli o pimientos, así como castañas, que son menos calóricas que los frutos secos y tienen propiedades similares a los cereales, y el boniato, cada vez más reconocido y utilizado en las cocinas. Esta especie de patata dulce comparte con esta muchos de los valores nutritivos, aunque, eso sí, con más cantidad de hidratos de carbono formados por almidones y azúcares.