Disfraz de Demogorgon, de la serie ‘Stranger Things’, y payaso del terror. | Julián Aguirre

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La noche del próximo lunes, 31 de octubre, se prevé que Halloween conquiste, de nuevo, Mallorca. Una fiesta que en la actualidad es sinónimo de alegría y diversión para los más pequeños, y que desde hace algo más de una década ha ganado popularidad y adeptos en nuestra sociedad. Halloween se muestra como una noche con halo de misterio y miedo, en la que aparecen brujas, fantasmas, duendes y espíritus por las calles y plazas. Tanto es así que estos días, recuperada la normalidad tras la pandemia, las tiendas con disfraces de monstruos y terroríficos complementos reciben avalanchas de clientes. «Los jóvenes se acercan por las mañanas y por las tardes, a la hora de la salida de los colegios, la tienda se llena de niños con abuelos o padres buscando el disfraz de moda», comenta Adrián Blanco, de Carnaval Centre.

Este año no hay un personaje o película de terror que destaque sobre los demás, ni motivos que alimenten esta fiesta de forma especial. «Se están vendiendo desde los típicos trajes de vampiros y brujas hasta atrevidos disfraces de policías y enfermeras sexies». Para los pequeños, además de payasos o muñecos Chucky, las niñas buscan el vestido de Harley Quinn, la villana de DC y novia del Guasón en la película Escuadrón suicida, y los niños apuestan por ir vestidos de muerte o de personajes de la serie de Netflix Stranger Things. En cuanto a máscaras las más buscadas son las de La purga. La careta, con luz integrada, imita los personajes de La Noche de las Bestias y tiene gran éxito, por delante de calaveras y rostros medio destrozados.

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En estos días de ‘terror’ en las calles, muchos propietarios decoran fachadas, garajes y jardines, con luces, lápidas, tumbas, muertos colgantes, arañas, etc., a la espera de grupos de niños en busca del caramelo o una golosina tras el ‘truco o trato’. Romy Runggaldiev, de 15 años de edad, nació en Austria y desde hace 10 años su familia vive en Mallorca. «Residimos en Bahía Grande, –comenta su madre– y siempre decoramos la casa, por la que pasan cientos de personas». Thalia Luque, de 10 años, se prueba el disfraz de Annabelle, la protagonista del    popular film de terror, aunque ella no ha visto la película porque le da miedo. Su abuela Isabel le regala el disfraz y los complementos, que suman poco más de 50 euros. Tiene mucha ilusión. Además tiene tres días de fiesta para divertirse. Asia Muñoz, de 10 años, compañera de Thalia en Luis Vives, busca el disfraz de payaso de Eat con el que participar en la fiesta del colegio.

Entre los disfraces más especiales que se pueden encontrar en Carnaval Centre destaca el de Demogorgon de la serie Stranger Things. «Tiene un precio de 800 euros y es importado de Estados Unidos. Un disfraz muy exclusivo», comenta Adrian Blanco, quien destaca que «Halloween está desbancando poco a poco al Carnaval», dos fechas, junto a la Navidad, importantes para este tipo de negocio.