Juan Luis Galiacho ha estado en Palma en visita de trabajo. Tras hablar con nosotros, nos recordó que ‘Encarna en carne viva’ sale a la venta el 11 de noviembre.

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El periodista Juan Luis Galiacho, a quien muchos de vosotros conoceréis, se encuentra en Palma por trabajo, pues es el director del diario El cierre digital. Galiacho ha sido un asiduo –diríamos, mejor, imprescindible por cuanto aporta– en programas de debate de la tele, especialmente de los canales de Mediaset, aparte de haber cubierto durante un cuarto de siglo las vacaciones de la Familia Real en Marivent, y en una de ellas, de haberle puesto nombre y cara a la ‘amiga’ del rey Juan Carlos, con la que, casualmente, coincidió el pasado sábado en un acto, en Mallorca. Juan Luis es, posiblemente, el periodista que más datos tiene sobre la movida nacional, sea del corazón o de la política. Primero, por su formación académica: es doctor en Ciencias de la Información y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, además de profesor de la Universidad Rey Juan Carlos y de haber impartido clases de Econometría. Y segundo, porque es un investigador nato. Lo que dice, o cuenta, es porque lo tiene contrastado. No cree en lo que se dice, o se cuenta por ahí, sino que va a las fuentes e indaga, y luego lo cuenta con nombres, apellidos, lugares… Algo que no acostumbran hacer, sobre todo en los últimos años, ciertos periodistas –especialmente de la tele; y entre ellos, los del apartado del corazón–, que hablan mucho, pero sin contrastar apenas nada. Lo decimos, por ejemplo, porque se ha dicho en diversas ocasiones que Encarna Sánchez y La Pantoja se comunicaban secretamente en Madrid, dado que entre ambas casas había un túnel, «lo cual es imposible –señala Galiacho–, ya que, de una a otra casa, hay una distancia de unos 10 km».

Y si hemos puesto este ejemplo es porque Galiacho, junto con Pedro Pérez Hernández, periodista y productor, entre otros, del programa de Encarna Sánchez, Encarna de noche, acaban de publicar un libro, casi treinta años después de su muerte, que gira en torno a esta, y que se titula: Encarna en carne viva, en el que plantean, y resuelven, muchas preguntas, tales como ¿Quién obligó a Encarna Sánchez a irse de España? ¿Por qué se quebró su amistad con Rocío Jurado? ¿Cómo se ganó al pueblo y a la burguesía catalana? ¿Cuál es la verdad del robo de los 43 millones de pesetas de su casa de La Moraleja? ¿Y cuál el motivo por el que no dejó testamento? ¿Fue Isabel Pantoja la persona más importante de su vida?

La mejor comunicadora

¿Que por qué han escrito este libro?, le preguntamos, tomándonos una cerveza en el Saratoga. «Pues porque vimos que había llegado el momento de contar la verdad, de contrarrestar las muchas insinuaciones que se hicieron, y que se siguen haciendo sobre ella, sin apenas veracidad informativa, lo que ha dado lugar a numerosas fakes news». A lo largo de sus páginas, Galiacho y Pérez escriben sobre lo que pocas veces se ha contado referente a su infancia, a su enfermedad, a sus amigos y enemigos… De por qué y quién la expulsó de España, de sus propiedades, de su herencia, etc. Todo, además, incluido en la crónica politicosocial de la época, y por supuesto, también en la mediática, que como hemos apuntado más arriba, no siempre estuvo afinada, ni fue justa con ella. Encarna, según Galiacho, ha sido la mejor comunicadora de España, «sin embargo, murió sola, en La Moraleja… Y murió sin querer morirse».

En otro momento de la conversación, el periodista y coautor de Encarna en carne viva nos descubre que el padre de Encarna «fue un republicano que murió fusilado por los nacionales de espaldas a la tapia del cementerio de Almería y que, sin familia, ingresó en un orfanato… Y que tras abrirse camino en la vida como pudo, cuando llega a la radio, lo hace rompiendo esquemas, y a la vez enfrentándose a los que dominaban el medio, ¡casi todos hombres!, como Boby Deglané, José Luis Pecker, entre otros, ante los que no se amilana, sino todo lo contrario, se crece. Y en cuanto a si fue creadora e innovadora, ¡por supuesto que lo fue! Ella creó una tertulia, posiblemente la primera radiofónica, en torno a una mesa camilla, formada por Paquita Rico, Marujita Díaz, Carmen Jara y Prada, ¡que ni Sálvame!... y otras que han ido apareciendo con el tiempo… Es más, te diré que a ella, estando en uno de los momentos más altos de su carrera en tiempos de Franco, la expulsó de España la mujer de este, Carmen Polo, con la anuencia del ministro Solís Ruiz».

«¿Qué por qué se tomó esa medida? Pues porque como Encarna hablaba para camioneros, taxistas, cocineros, camareros… Porque entre ellos estaba parte de su gran audiencia… Pues que el Régimen entendió que trataba de controlar el sindicato vertical, y el Gobierno, a través de Solís, le pidió a doña Carmen que la expulsara. Y lo hizo. Y ella se fue –sigue contando Galiacho–, con una mano detrás de otra. Y como no sabía idiomas, se fue a donde la entendieran, México, Puerto Rico, Dominicana, Los Ángeles, Miami… Se pasó siete años fuera, hasta que murió el Caudillo, que fue cuando regresó, enrolándose en Radio Miramar, de Barcelona, la emisora de los ‘charnegos’, o catalanes no nacidos en Catalunya, donde crea Encarna de noche…».

Intentó parar el programa...

En cuanto a amores, que los tuvo, ella no los buscaba, sino que si venía otra y se los ofrecía, si le gustaba, los aceptaba. «Como sucedió con Isabel Pantoja y Mila Ximénez, por ejemplo», afirma el periodista, que añade:  «Y si Martes y Trece fueron bendecidos por el éxito que tuvieron en aquella Nochevieja, cuando sacaron lo de las ‘empanadillas’, y lo de ‘En canna, En canna’, lo cual potenció al grupo a alturas de la fama insospechadas, Martes y Trece, años después, la hundieron en lo más vil, con la parodia que hicieron de un viaje a Mallorca de ella con Isabel Pantoja… Ella intentó parar el programa llamando a Felipe González, pero no lo consiguió. Tampoco la escuchó el por entonces director general de TVE, Ramón Colom, a quien le dijo «¿Y por qué no sacas a la luz tu vida privada?». Y encima, todo eso sucedió cuando ya estaba enferma de cáncer...».

Y en cuanto a la ruptura de Encarna con Isabel Pantoja, «se produce a raíz de la publicación de las fotos de esta con María del Monte, ambas en bañador, pilladas en la playa de Cañas de Meca (Cádiz). Este fue un episodio que le dolió muchísimo –apostilla Juan Luis–, tanto por La Pantoja, como por María del Monte, a quién había lanzado a la fama a través de su programa».