Enric Pozo, presidente de Corda i Poal, que aglutina a las asociaciones residentes en el local. | Teresa Ayuga

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En la calle Miquel Capllonch, de Palma, hay un espacio en el que cultura, cooperativismo y economía social se dan la mano. «El proyecto nació de las dificultades a las que nos enfrentábamos varias asociaciones culturales a la hora de encontrar un local en el que cumplir con nuestros respectivos fines sociales.

Éramos entidades que apostábamos por el trabajo en red y por la cooperación entre nosotras, de manera que optamos por crear una cooperativa y compartir local», señala Carles Vich, coordinador del Espai Suscultura, presidente de la microcooperativa cultural Suscultura y vicepresidente de la cooperativa de consumo Corda i Poal, entidad sin ánimo de lucro creada para gestionar este espacio, en el que participan, además de Suscultura, las asociaciones Atzur, Es Tauler, Slam Cultural Illes Balears, Club Escacs La Balanguera y Olimpia Chess Academia, y siete personas físicas que en su momento creyeron en el proyecto y decidieron apostar por él.

Variedad de espectáculos

«Todas las entidades involucradas somos organizaciones sin ánimo de lucro, de forma que todo lo que ganamos lo reinvertimos. Además, apostamos fuerte por la economía social y solidaria, el producto local, las finanzas éticas y el cooperativismo. En este punto, aunque en un principio es muy complicado, desde la economía alternativa, salir adelante y darse a conocer en un sistema tan competitivo, hay una gran efervescencia de proyectos en esta línea, generándose cada vez más intercooperación entre este tipo de entidades. Además, tener un local facilita mucho las cosas, al tener un lugar físico de reunión es mucho más fácil crear red», subraya.

Sala principal del espacio Suscultura, en Palma.

El Espai Suscultura acoge periódicamente el Poetry Slam Palma, espectáculos de impro a cargo de la compañía Trempats, conciertos acústicos, vermuts musicales, recitales de poesía, presentaciones de libros, mesas redondas, proyecciones de películas y documentales, exposiciones, charlas sobre temas relacionados con la economía ética y social, talleres de dibujo y diversos eventos, clases y actividades relacionados con el mundo del ajedrez.

El espacio acoge todo tipo de actividades, espectáculos, clases, proyecciones y charlas.

También ha celebrado eventos organizados conjuntamente por varias asociaciones residentes, como el I Festival Art Fusió, que el pasado mes de agosto aglutinó actividades de géneros tan diversos como poesía, pintura, artesanía, gloses, rap y yoga, aderezadas con alimentos y bebidas de proximidad. Además de bar, también cuenta con una tienda, en la que se vende merchandising de entidades y artistas colaboradores. «Estamos abiertos a todo tipo de propuestas de asociaciones, artistas, compañías y entidades interesadas en utilizar de forma puntual el espacio para llevar a cabo algún evento de tipo cultural», añade.