Comer sano es clave para una buena salud cardiobascular.

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Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo y origen de muchas enfermedades. La alimentación juega un papel clave en ello, ayudando a prevenir e, incluso, mejorar algunas de estas patologías. La Fundación Española del Corazón recomienda reducir las grasas de los animales de cuatro patas (como el cerdo o la ternera) por grasas procedentes del pescado, los frutos secos y del aceite de oliva. La organización también apuesta por el consumo de hidratos de carbono de lenta absorción como la fruta (de 3 a 4 raciones diarias), las verduras (de 3 a 6 raciones diarias) y hortalizas y pastas y cereales integrales (de 3 a 5 raciones por día). Con motivo este jueves del Día Mundial del Corazón, hacemos un repaso sobre los alimentos que más favorecen a este órgano fundamental:

1.Frutos secos: la Fundación Española del Corazón recomienda consumirlos crudos, porque sino se rancian, es decir, «los ácidos grasos se convierten en ácidos grasos trans». Además, conviene ser cauto con su consumo, debido a su gran aporte calórico.

2. Brócoli: es, sin duda, uno de los superalimentos con mayor poder sobre la salud corporal. Esta verdura contiene numerosas vitaminas y propiedades (hierro, calcio, zinc, ácido fólico...) que también benefician al sistema cardiaco.

3. Chocolate negro: el chocolate con un alto porcentaje de cacao ayuda a flexibilizar las arterias y evita que los leucocitos se peguen a los vasos sanguíneos.

4. Fresas: los flavonoides que contienen ayudan a dilatar las arterias, protegen el endotelio (la capa interior de los vasos sanguíneos) y ayudan a controlar la tensión.

5. Vino tinto: el vino contiene etanol polifenoles que ayudan a reducir las moléculas inflamatorias que causan ateroesclerosis (acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las arterias). De sufrir algún tipo de insuficiencia cardíaca no debe consumirse alcohol, en cuyo caso el mosto (también muy rico en polifenoles y sin alcohol) es una muy buena idea.

6. Aceite de oliva: sus ácidos grasos y antioxidantes benefician a la actividad cardíaca. La mejor opción para cocinar es el virgen extra, ya que, debido a su composición, es el único capaz de resistir a las altas temperaturas.

7. Té verde: muchos estudios han relacionado la ingesta de dos tazas de té verde con un menor riesgo de acumulación de colesterol en las arterias. También contiene catecol-polifenoles, con gran efecto antioxidante.

8. Legumbres: sus proteínas de excelente calidad y su bajo nivel en grasa favorecen el equilibrio del colesterol en sangre.

9. Salmón: mejora la elasticidad de las paredes de las arterias e incrementa la fluidez de la sangre.

10. Curry: la curcumina es un potente antioxidante y antiinflamatorio, que disminuye las posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca o hipertensión.