Garazi Sánchez es subcampeona de Europa y campeona de España. | CARME BARCELÓ

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En el marco de Mallorca Live, la Isla acoge el festival de cine documental sobre surf y sostenibilidad ambiental Wipe Out, que trae a algunos de los mejores surfistas del país. Entre ellos se encuentra la joven Garazi Sánchez (Getxo, 1992), subcampeona de Europa en 2017 y campeona de España en 2018, que ayer presentó en el Moll Vell de Palma su corto Vergüenza, que reflexiona sobre la delicada situación de los mares y océanos.

«El corto surgió de una conversación con el biólogo Pelayo Salinas; sentí vergüenza y culpa al desconocer los problemas que me explicaba. Por naturaleza, creo que el ser humano no destruye su hogar. Quería entender porqué miramos hacia otro lado con el objetivo de darle la vuelta a esta situación», dice la surfista, que este año ha pasado de la reflexión a la acción a través de Quitando la vergüenza, una docuserie en la que entrevista a expertos de diferentes campos. «Tras la reflexión, tocaba buscar soluciones. Todos ganamos con el cuidado del planeta», sostiene.

Garazi empezó a surfear con siete años; aunque no se planteaba ser profesional, siempre sintió una conexión con el deporte. «El surf es una forma de expresión corporal, cada persona tiene su forma de surfear y cada ola es diferente. Hace falta presencia y conciencia sobre el mar y la tabla, tiene mucho que ver con la meditación.    Además, te aporta cierta sensación de pertenencia al planeta», explica Garazi.

Un momento difícil

La realización de su primer documental tuvo lugar en uno de los momentos más duros de su carrera deportiva. En 2019, sufrió un grave accidente en la columna vertebral durante un entrenamiento en la playa de Hosseger, que le dejó fuera de la competición durante todo el año. «Algunos médicos decían que no podría volver a surfear, muchos no me querían operar por el riesgo de quedar parapléjica. Lo pasé especialmente mal ante la impotencia de saber, por mucho que hiciese, era posible que no pudiese volver a hacer deporte», explica Garazi, que aprendió de ese año ausente de surf. «Estoy agradecida por haber encontrado entusiasmo fuera del surf, porque pasaba miedo al pensar en qué sería de mí sin el deporte. Esta experiencia me ha dado libertad», sostiene la joven.

La lesión truncó su sueño de participar en los Juegos Olímpicos de Tokyo, donde el surf se estrenaba como nueva modalidad olímpica; ahora, Garazi está centrada en los Juegos de París, en 2024. «En septiembre voy con la Selección Española a California para participar en el ciclo olímpico. Esta vez quiero disfrutar más del proceso, sin pensar tanto en el resultado», concluye Garazi.