La mochila debe ser funcional y cómoda. | Pexels - Mary Taylor

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Para el regreso a clase es crucial encontrar una mochila que además de bonita y funcional sea la mejor para la espalda de los niños. Se trata de buscar propuestas ergonómicas para transportar de manera cómoda el material escolar. El peso que los niños cargan sobre los hombros tendrá un efecto nocivo si supera el 10-15% de su peso corporal, según aclara la Organización Mundial de la Salud. Es decir, hay que evitar que sus mochilas carguen más peso del recomendado en proporción al suyo propio. Por ejemplo, si un niño pesa 27 kilos, su mochila no debería superar los 3,5 kilogramos.

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La clave al elegir la mochila es que se ajuste a la fisionomía del niño, siempre y cuando no tenga que cargar mucho peso. Algunas de las consecuencias de llevar sobrecarga en la espalda son alteraciones posturales y contracturas musculares. A partir de cierta edad, los jóvenes deben transportar muchos más libros, cuadernos y material plástico. Por lo tanto, se recomienda el uso de un carrito para la mochila. En este caso, las que llevan ruedas son la apuesta más saludable. No obstante, tampoco deben cargar más del 20% del peso del estudiante, pues conlleva un esfuerzo asimétrico que no es saludable.

Otro aspecto positivo de las mochilas con ruedas es que se pueden extraer, es decir, se convierte en una bolsa independiente para poder llevarla a la espalda. Si no sobrepasa el 10-15% del peso del niño, no tendrá efectos negativos en la postura del pequeño. Aun así, hay que tener en cuenta que el tamaño de la mochila no sobrepase la anchura de sus hombros. Además, debe tener dos asas para poder distribuir el peso equitativamente. Por ello, llevarla colgada de un solo lado es contraproducente. Finalmente, la decisión final dependerá de las necesidades individuales de cada niño.