Las rozaduras pueden empezar como una pequeña rojez, pero con el paso del tiempo debido a la fricción de ambas piernas comienza a irritarse. | Pixabay

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Las rozaduras en los muslos son una de esas cosas que se te olvidan que existen hasta que te pasan. Molestas y dolorosas a partes iguales, se producen cuando se rozan las partes internas de las piernas estando mojadas, ya sea por sudor o agua de la playa. La piel se queda tan irritada que se produce esta especie de ampolla o quemadura imposible de soportar. Hay gente que cree que la única alternativa es llevar pantalones largo, pero no es así. Aquí, te ofrecemos más opciones entre las que elegir.

Polvos de talco

El remedio de abuela por excelencia. Los polvos de talco son un producto que utilizamos desde bebés. El talco absorbe la humedad y reduce la fricción. Pese a que su efecto no es tan duradero como nos gustaría, es una buena solución para un breve periodo de tiempo. Además, huele genial y es muy asequible. Se recomienda su uso cuando la piel esté limpia y seca para que no se forme una pasta. Se puede comprar en farmacias, parafarmacias, supermercados... Adicionalmente, calma las rozaduras que ya se han producido y suaviza la piel.

Crema antifricción

Los deportistas son un colectivo que también debe hacer frente a las rozaduras. Es por ello que se desarrolló este producto, la crema antifricción. También existe la misma fórmula en barra para los que prefieren ese tipo de aplicador. Está formulada para limitar los calentamientos y las irritaciones. Por lo tanto, previene la formación de ampollas, es resistente al agua y al sudor. Además, es apta para aplicarla en otras zonas del cuerpo, no solo los muslos. Se puede conseguir en tiendas de deporte como Decahtlon.

Culottes y bandelettes

Además del denim, los franceses han regalado al mundo de la moda una gran variedad de ropa interior. Entre ellos, los culottes que tradicionalmente fue una indumentaria propia de caballeros y militares, ahora se ha convertido en un producto de lencería. Los culottes de seda son perfectos para llevarlos debajo de vestidos, además este material, carece de costuras y no se notará nada. Su función es mantener los muslos secos y así, evitan la fricción. La otra opción son los bandelettes, unas bandas elásticas que se colocan en los muslos como una liga. Contra todo pronóstico, estas bandas no se escurren ni se arrugan, gracias a la silicona de su interior. Están disponibles en muchos tejidos y colores en la mayoría de tiendas de lencería.

Crema de caléndula

Otro producto destinado a bebés pero que puede evitarnos las rozaduras es la crema de caléndula. Esta hierba tiene un alto contenido en carotenos y flavonoides, fortalece la piel protegiéndola de agresiones externas y aumentando la producción de colágeno. Además, mantiene la hidratación de la zona. Por lo tanto, la crema de caléndula es una estupenda solución natural para las rozaduras de los muslos. Además, es muy recomendable para curar heridas, tratar cicatrices, pies y manos agrietadas, pieles quemadas o con acné.