Más de cuarenta ‘dimonis’ abrieron un portal a los infiernos en la playa del Peñón. | Pere Bergas

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Si no era suficiente con la ola de calor, la temperatura subió este jueves en la playa del Peñón del Coll d’en Rabassa. En el marco de las fiestas del barrio, las colles de dimonis de KinFumFà    y de Calvià Vila abrieron allí un portal a los infiernos en un vistoso correfoc. «En los últimos años hemos crecido mucho. Hay quien se apuntó antes de la pandemia y ha podido salir. Tenemos ganas de quemar en las barriadas; la del Coll es muy especial para nosotros», dice Tolo Méndez, al frente del grupo.

Con la batucada KinTroFà marcando el ritmo, a las 20.30 horas los dimonis salieron en un aterrador pasacalles desde el casal de barri. Mientras avanzaban por la calle Pitïuses y enfilaban la de Trafalgar, los vecinos se asomaban a los balcones y salían a la calle para unirse a la fiesta. Los niños cantaban «Yo no tengo miedo porque soy del ‘Colle’», aunque lo hacían a una distancia prudencial.

El público asistente disfrutó con los ‘dimonis’ en la playa.

La fiesta comenzó con un aterrador pasacalles por el Coll d’en Rabassa.

Alcanzaron la costa, que fue llenándose de curiosos, a las 21.30 horas. Más de cuarenta dimonis surgieron de todas partes: del mar, la playa y el paseo. A lo largo de media hora, acompañados por numeroso público, la agrupación quemó unos quince kilos de pirotecnia, convirtiendo el espacio en un Abisme de foc, el nombre del espectáculo.