Un recorrido por Reserva Park. | Marina J. Ramos

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Piscinas al aire libre, animales rescatados y bonitos senderos en el corazón de la Serra de Tramuntana. Es, en resumen, la propuesta de Reserva Park, el parque natural conocido antes como«la reserva de Galatzó», a medio camino entre Puigpunyent y Galilea, en el que aprender y disfrutar de la naturaleza. En 2019 el grupo LJs adquirió la finca Arratxa, que incluye el Eco Luxury Retreat LJs Ratxó y el parque natural Reserva Park, con el objetivo de ofrecer una propuesta de ocio y alojamiento con el eje principal de la sostenibilidad.

El lugar funciona a modo de santuario animal: «Acogemos animales que tienen problemas y no pueden vivir en libertad o aquellos que van a sacrificar», resume Llorenç Crespo, director de este enclave. Entre las 200 hectáreas de terreno, a lo largo de un sendero de tres kilómetros, se encuentran unos 200 ejemplares de toda clase de especies: patos, pavos reales, una gineta, cabras, gamos, búhos reales, halcones peregrinos...y hasta dos osos pardos, conocidos como Tramuntana y Xaloc. Pero, sin duda, uno de los más famosos es el emú australiano, que responde al nombre de Nadal.

Animales exóticos y piscinas en plena Serra de Tramuntana
De visita con Chloe, de un año, para que conozca los animales y la naturaleza.
Animales exóticos y piscinas en plena Serra de Tramuntana
Miki Oliva y Lloreç Crespo, dos de los monitores, en la entrada al parque.
Animales exóticos y piscinas en plena Serra de Tramuntana
Un buen plan para pasar un día en plena naturaleza y desconectar.

No solo enamoran los animales, sino el paisaje de la ruta, pasando por Ses Coves Negres, con cascada incluida. Tras la visita uno puede tomar un refresco y darse un chapuzón en las tres ‘mountain pools’ que han inaugurado este año, mientras los burros Selma y Manolo pasan por al lado, curiosos.

Animales exóticos y piscinas en plena Serra de Tramuntana
Cascadas en la zona de Ses Coves Negres, en uno de los lados del sendero.

Por quince euros por persona (cinco para los menores de 12 años) muchos residentes y turistas se animan a pasar el día en este recóndito paraje. Reciben también visitas de colegios y empresas. El lugar obliga a la inmersión en la naturaleza y a embriagarse en una calma en la que el ajetreo de la ciudad se olvida.