La joven ibicenca Lis Domínguez tras ganar el certamen junto a sus familiares y amigos. | Pere Bergas

TW
1

Creatividad, juventud y talento han desfilado en el Parc de la Mar, que en la tarde de este jueves ha acogido la final del certamen de diseño de moda Art Jove 2022, convocado por el Institut Balear de la Joventut, adscrito a la Conselleria d’Afers Socials i Esports. Tras una hora de desfile, gratuito y abierto al público, el jurado proclamó como ganadora a la joven ibicenca Lis Domínguez, con su colección Affair, una historia de amor basada en experiencias personales, en la que se refleja la transformación de una mujer transexual en una relación con un hombre cisgénero, estructurada en tres fases, protección, sinceridad y liberación.

«Estoy muy nerviosa, súper agradecida e ilusionada. Ya presenté este proyecto en el certamen Allianz EGO, pero no me seleccionaron. En lugar de tomármelo como una derrota seguí confiando en la colección. Siempre se debe seguir aquello que te dicta el corazón», dijo Domínguez que, muy emocionada, corrió a celebrar la victoria con su familia y amigos, «a quienes le dedico esta colección por su apoyo incondicional». La joven se alzó con un premio en metálico de 2.000 euros, y otros 2.000 euros para el diseño de una nueva colección de cara a la pasarela nacional Mallorca Design Day, que se celebrará en 2023 y donde participará como diseñadora invitada. Por otro lado, las colecciones Illatre y Yügen, de las diseñadoras Patricia Perales, que contó con la colaboración de la artesana de llatra Aina Pistola, y Paula Escario, se hicieron con la segunda posición, con 500 euros de premio.

Cada una de las colecciones de las siete finalistas –Lis Domínguez, Patricia Perales, Paula Escario, Aina Losange, Margalida Cifre, Elena Asorey y Magdalena Niell–, diseñadoras de moda menores de 35 años, han estado compuestas por siete looks, que destacan por la calidad de los diseños y los tejidos, así como por el minucioso detallismo en su confección. Al llegar el ocaso, las modelos han lucido sobre la pasarela prendas de carácter atemporal, romántico o posmoderno, indumentarias que danzaban entre la tradición y la modernidad, entre la artesanía ancestral y las técnicas innovadoras, o colecciones inspiradas en la nostalgia, la naturaleza o el lejano país del sol naciente.

pbf300622001 (5).jpg

El jurado, compuesto por Lorena Fernández, Pablo Erroz, Pau Aulí y Maribel Bujosa, ha valorado la creatividad y la coherencia de las colecciones, su sostenibilidad, el patronaje o la ejecución de las diferentes técnicas. «El desfile se ha celebrado en un marco incomparable, envuelto por el agua y la piedra centenaria. Este es un escaparate fabuloso para los jóvenes diseñadores, que tienen una buena oportunidad para darse a conocer», ha declarado la especialista en moda emergente Raquel Arañón, encargada de la dirección creativa y la organización de la pasarela del Art Jove 2022.

pbf300622001 (20).jpg

pbf300622001 (24).jpg

pbf300622001 (27).jpg

La primera colección en saltar a escena ha sido Affair, de Lis Domínguez, inspirada en una historia de amor, basada en experiencias personales, que refleja la transformación de una mujer transexual en una relación con un hombre cisgénero. A continuación le ha tocado a Illatra, de Patricia Perales, que nace en colaboración con la artesana artanenca Aina Pistola, quien le enseñó a fer llatra, el trenzado de hojas de palmito con el que tradicionalmente se ha elaborado la cestería mallorquina. Acto seguido ha sido el turno de Relíquies de familia, de Margalida Cifre, una colección mixta basada en la vestimenta tradicional payesa de Balears, confeccionada con tejidos de paño y algodón reciclados, así como con piezas de ganchillo hechas a mano. A esta le ha seguido Catalina, de María Magdalena Neill, una colección mixta inspirada en el desarrollo de la moda mallorquina, estrechamente ligada al campo, y bautizada en honor a la abuela de la diseñadora. El quinto pase ha sido para Chimbala, de Aina Andreu, inspirada en la naturaleza y la evolución de la sociedad. A esta colección le ha sucedido New Happiness, de Elena Asorey, de corte posmoderno, que rechaza la tradición y el orden. Por último, la colección Yügen, de Paula Escario, basada en la vestimenta japonesa y confeccionada a partir de tejidos de fibras vegetales y tintas naturales, se ha encargado de cerrar el vistoso desfile.