Lucía con su maestro, Iván Marín. | Click

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Nos reunimos con Iván Marín, propietario del club Nuk Soo gym, y su pupila Lucía Puigserver, Lucy, para hablar de Muay-thai, K1 y Kick-boxing, ya que nos han dicho que el pasado 4 de junio Lucy debutó como profesional en Muay thai, en La Monumental, de Muro,   frente a Kelly Ronquillo, luchadora del club Sant Jordi, de Catalunya. El evento, denominado Thai Fight Night III,   estuvo organizado por el club balear Jai Su, y supervisado y homologado por la Federación Balear de Kick-boxing y Muay-thai (FBKM).

Estudia y trabaja

Después de 10 años practicando Muay-thai, y a raíz de esta pelea, se abre un nuevo camino para la competidora mallorquina, ya que el profesionalismo no tiene nada que ver con la disciplina a nivel amateur.  Lucía, antes de practicar este exigente deporte, estuvo ligada a la gimnasia artística, pero, a nada que entró en este club deportivo, le apasionó todo cuanto encontró en él.

Actualmente está estudiando  3º de Filología Hispánica, con la intención de conseguir un puesto laboral como logopeda… Aunque la Nutrición, dirigida hacia la Sanidad, también le llama la atención, por lo que no descarta dedicarse a ella.    Mientras tanto,  con 22 años, intenta compaginar los estudios con sus entrenamientos diarios. Y como trata de sufragar sus gastos personales, trabaja como monitora en este club, dirigiendo los martes y jueves por la tarde una clase infantil para practicantes de 5 a 12 años, seguida de otra,    sólo para chicas, desde 10 años en adelante.

Promover el Muay-thai

Hay que recordar, antes de proseguir,    que    en 2019 Lucía consiguió superar las pruebas de examen de grado para así obtener el 10º Khan de Muay-thai, con el propósito de seguir formándose como técnico dentro de la FBKM, ya que tanto ella como su entrenador, Iván Marín, técnico de la federación balear, 12º Khan de Muay-thai, con casi 30 años de experiencia en los deportes de contacto, tienen el afán e interés de promover este deporte, no solo en el ámbito adulto-masculino, donde siempre ha existido, sino enfocándolo hacia el deporte base, fundamental en cualquier actividad deportiva que quiera crecer, además de en el sector femenino, cada vez con más y mejores practicantes.

Nos cuenta Iván que en el club hay otras competidoras de diferentes edades, «aunque Lucy es la primera que ha dado el paso a profesional en la categoría de    menos de 48 kgs., abarcando, además, las tres disciplinas complementarias comentadas».

Sin apenas ayudas

Nos recuerdan que el pasado mes de mayo se disputó el campeonato amateur de Muay Thai,    en Baza (Granada), donde acudió un equipo de la Federación Balear. Lamentablemente, Lucía no pudo acudir por limitaciones económicas, ya que los practicantes se tienen que pagar todos los gastos de desplazamiento y alojamiento, lo que se les traduce en un desembolso de 300 euros por persona. «No es que no haya calidad en las islas para poder registrar buenísimos resultados – señala    Iván–, sino que el apoyo a nivel de subvenciones y ayudas es prácticamente inexistente. Por ello, en el Nuk Soo GYM, que cumple ahora 15 años, hemos decidido crear una hucha (foto superior del cerdito) para intentar paliar un poco este tipo de problemas con nuestros alumnos. Porque –insiste–, la escuela lleva muchos años sacando buenos competidores, pero siempre nos encontramos con las mismas trabas económicas. Por ello hemos decidido destinar parte del dinero de las cuotas, de la venta de camisetas y demás, para afrontar los próximos campeonatos de España, así como otros eventos internacionales que puedan surgir. Tal vez no consigamos cubrir el 100% de los gastos, pero no queda otra para que nuestros competidores puedan salir a competir por la bandera balear e intentar traer el oro a casa».

Lucía Puigserver durante la ceremonia que precede al combate

Sobre la falta de apoyos económicos para desplazamientos, Iván nos comenta el caso de otra competidora, Analía Domínguez, de 14 años, practicante de light contact o light kick, y perteneciente al Club Agelai, de Cala d’Or.    «La entrena su padre, Javier Domínguez, técnico e integrante de la Federación Balear, que, aunque están consiguiendo éxitos a nivel internacional desplazándose a Opens y campeonatos,    tanto nacionales como internacionales, Madrid, Turquía, Hungría, etc., todos los gastos corren de su bolsillo. Por todo ello, es una pena que tengamos tantos problemas para obtener el reconocimiento que merecemos en el ámbito deportivo».

Por su parte, Lucy manifiesta que se tiene que organizar muy bien para poder sacar adelante los estudios, dicho sea de paso, con notas excelentes, y saber compaginarlos con sus entrenamientos y dirección de las clases, señalando que «la pasión por este deporte es el motor que hace que continúe».

Luego nos habla del movimiento a nivel nacional Muay Ying, que potencia la participación de las chicas dentro del Muay-thai, y que está cogiendo mucha aceptación. Por ello las invita a que lo prueben, ¿cómo no?, dirigidas por ella y en su club, «porque, además, seguro que cambiarán cualquier prejuicio que pudieran tener sobre los deportes de contacto».

¿Y cómo se lo montará a partir de ahora, que es profesional en una isla en la que no hay profesionales de su peso?, le preguntamos. «Pues no quedará más remedio que buscar patrocinadores para poder participar en combates y eventos a nivel de Mallorca. Para ello, hay que traer rivales de fuera, de mi peso, lo que significa que hay que pagar el desplazamiento y alojamiento de mi rival y su coach, además de las bolsas pertinentes de cada luchadora. Así que busco patrocinadores, a cambio de publicitarlos en los eventos en los que participe. Porque de que sea un buen espectáculo, nos encargaremos nosotros». Lucía nos desvela su sueño, que no es otro que el de firmar con una gran promotora, como One Championship, para así poder pelear en todo el mundo. «Porque si alguien lo ha conseguido, ¿por qué no puedo lograrlo yo?».