Regalar a los profesores al final de curso se ha convertido en una moda cada vez más exigente.

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Se acerca el fin de curso y hace días tienes el grupo de padres de WhatsApp echando humo. El debate, el mismo de todos los años: el regalo más apropiado para el profesora o profesora de tus hijos. Una moda, que de cada año se vuelve más exigente, que plantea un dilema a muchos de los progenitores. ¿Es regalar al maestro una imposición social o se trata más bien de un agradecimiento? El debate está servido en las puertas de los colegios, en los grupos de WhatsApp y, también en las redes sociales.

En Ultima Hora hemos preguntado a nuestros seguidores en Instagram si están a favor o en contra de hacer regalos al profesor a final de curso. La respuesta ha sido un resultado muy igualado, entre los miles de votos recibidos, un 51 % es partidario de tener un detalle con el docente, mientras que el 49 % no está de acuerdo en la nueva moda. Un empate casi técnico que refleja la división que existe sobre el tema y que, en ocasiones, todavía va mucho más allá. Ya no solo se regala al tutor, también se extiende a otros profesores, a los monitores de extraescolares e, incluso, los entrenadores. ¿Se nos está yendo de las manos? ¿Se debe ser fiel a la convicción o ceder a regalar para no ser el raro del grupo?

Lo cierto es que hay todo tipo de opiniones sobre hacerle o no un regalo de fin de curso al profesor de tus hijos, cómo tiene que ser ese regalo, y cuánto gastar en él. «En mi familia siempre se ha regalado: vino, un tren de madera con letras, libros...», explica la usuaria srat.carv. Por otro lado, hay padres que están en contra porque consideran que el profesor hace su trabajo, como cualquier persona que no recibe regalos por ello. La división entre los padres se agrava cuando se propone hacer un regalo común entre varios niños o toda la clase. Algunos quieren participar y otros no, mientras que otros se dejan llevar por la presión social. «Yo no sé lo que le regalan, simplemente le hago un bizum a las que lo organizan», confiesa una de nuestras lectoras.

Las redes sociales también se hacen eco del debate sobre el regalo de fin de curso, donde los padres vuelcan y comparten sus dudas con el resto de usuarios. «Llevo toda la tarde peleándome en el grupo de padres/madres de la guardería. En cuanto he hablado de poner dinero para los regalos de la profesora (que además va a ser mamá) una ya ha salido sin decir ni adiós...», comenta Mami Kuki Loki. Mientras que Falcanelli se posiciona en contra: «Bueno, pues me he liado la manta a la cabeza y he dicho en el grupo de whatsapp del cole del niño que me parece excesivo poner 10€ cada uno para un regalo a la profe y que todas las familias no podemos permitirnos ese gasto. ¡Es que son 250€! Pues creo que he quedado fatal...».

Los expertos explican que se ha normalizado una cuestión que siempre había sido voluntaria. Y que, incluso, en ocasiones hay padres que están en desacuerdo con el modelo que ha impartido el docente y a final de curso siguen participando en los regalos. En este sentido, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (Ceapa) ya opinó hace años y aseguró que es un tema que «se ha ido de madre» porque se ha convertido en algo «prácticamente obligatorio» y si una familia decide no participar «está mal visto».

A tanto ha llegado la moda que ya hay tiendas online exclusivamente dedicadas a comercializar regalos de fin de curso para los docentes, algo que confirma que se trata de un nicho muy rentable. Toallas, tazas, delantales, velas, calcetines, llaveros, cojines, botellas de vino… todo con los nombres o fotos del profesor y profesora o, incluso, con el de los alumnos. Y luego está el regalo más caro,