Silvia Salas habla con Emma, conductora del programa ‘Viva la vida’, antes de entrar en el plató donde fue preguntada por su amistad con el actor Luis Lorenzo.

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Silvia Salas regresó el sábado a la tele. Concretamente se la vio en el programa Viva la vida –donde se reencontró con viejos amigos, como Juan Luis Galiacho, «a quien conozco desde hace 32 años», le dijo, abrazándole–. Se desenvolvió como pez en el agua, pues el medio le es muy familiar por haber trabajado en él muchas veces y no siempre en situaciones fáciles, pues Silvia es mujer con carácter, por lo que si cree que tiene la razón de su parte, la defiende hasta el final por muy mediático que sea el que tiene enfrente.

¿Qué por qué fue a Viva la vida? Pues para hablar sobre uno de los protagonistas de la semana, el actor Luis Lorenzo, nacido Luis Fernando Lorenzo Crespo, que junto con su esposa están siendo noticia por la muerte de una tía de ésta. Vamos, que el actor y su esposa están en todos los programas de cotilleo de Telecinco y otras cadenas. En el transcurso del programa, a Silvia se le preguntó por Lorenzo, a quien conoció hace años y al que calificó de actor secundario; eso sí –nos dijo– «que va de guaperas, tratando de llamar la atención allá a dónde va. Pero nada más».

Silvia se reencontró con Galiacho.

Recordó Silvia que cuando se presentó a Miss Interviu, Lorenzo le pidió que le echara una mano en el sentido de que le buscara algún bolo. «A través de Ana Tarazaba, que era de la organización, conseguí que le colocaran en el jurado. Como tal estuvo en las galas de Palma, Tenerife y Valencia, pero no congenió mucho con los otros miembros, entre ellos Mariñas y Silvia Lozano, por considerarlos friquis de la tele. Por eso, nunca más se volvió a contar con él». Contó también que hace siete años cortó su relación con él. «Me llamó para contarme que había tenido un hijo… Me propuso que fuera a cuidarlo, a Madrid… Me dijo que a su madre le estaba pidiendo la custodia del chico… Porque el día menos pensado –me dijo– la vamos a encontrar    tirada en una cuneta... Naturalmente, al escuchar esas barbaridades, no volví a cogerle jamás el teléfono y… Pues que ahora me encuentro que su esposa y él están presuntamente relacionados con la muerte de la tía de ella».

Silvia, que como decimos fue muy bien recibida en Viva la vida, sueña con volver algún día a la tele. «No me han dicho nada al respecto, ni siquiera me lo han insinuado… Pero sí, me siento muy a gusto en ese medio, por lo que pienso que daría mucho de sí en él. ¿Y sabes dónde me gustaría estar…? ¡En Supervivientes!, entre otras cosas, porque soy una superviviente nata, ya que la vida no me ha puesto las cosas fáciles… Mientras tanto, como se me terminó el contrato de trabajo que tenía de dependienta en una tienda de Palma, no me queda otra que seguir llamando a puertas para encontrar otro. Porque la vida sigue…».

Javier, Malena y Vicente son tres de los participantes del ‘Speed dinning’.

‘Speed dinning’

lHace unos meses os hablé de Laura Mojer Mullings, matchmaker y directora de vínQulo, empresa que creó el 13 de febrero de 2021 con el objetivo de facilitar el modo de que una persona pueda conocer a otra afín a ella, con el objetivo de relacionarse sentimentalmente de forma estable y duradera, y que nada tiene que ver con las agencias matrimoniales, ni webs para conocerse.

Según nos contó, en la web de vínQulo hay un apartado en el que quien quiera encontrar una relación, deja su nombre, edad, cómo es, qué busca, etc, y vínQulo se encarga de dar con la persona que busca, ya bien a través de una cita, en la que Laura estará presente durante un par de minutos, «solo para hacer las presentaciones», o ya bien a través de eventos, denominados Speed dinning, que tienen lugar en torno a una buena cena, como el que organizó el pasado fin de semana en el restaurante La Lianta (en Joan Miró), en el que a ambos lados de una mesa alargada sentó a 15 mujeres y a otros tantos hombres, a cenar, con la particularidad de que cada 7 minutos los hombres debían de cambiar su asiento por otro a fin de entablar conversación con una nueva pareja. ¿Que de qué se habla en estos encuentros de siete minutos…? Pues de todo lo que les venga en gana y tengan tiempo. Es más, en el caso de que a uno u a otro les cueste entablar conversación, en la mesa, en unos cuencos, hay unos papeles con unas preguntas, como, por ejemplo, «¿qué es lo más loco que has hecho en tu vida?», o «¿cómo eras de pequeño?», o «¿a qué has venido…?», preguntas que ayudarán a romper el hielo que a veces crean los nervios».

Laura Mojer, creadora de VinQulo.

Cómo participar

Al Speed dinning, Laura lo anuncia como una velada para socializar, «porque después de la cena        –dice– siguen las copas, vamos, que hay tiempo para conocerse, incluso para quedar para otro día y seguir conociéndose más». Este Speed dinning es diferente a los siguientes, al del 9 de julio, por ejemplo, que será el próximo. «Y será diferente –explica Laura– porque se buscará un local en donde se pueda cenar y tomar copas, no como en el anterior, que tuvimos que ir a tomar las copas a otro sitio… Que no fue mal, pero lo suyo es quedarse donde se cena».

¿Cómo se puede participar en un Speed dinning de vínQulo…? Pues apuntándose en su web, (www.vinQulo.com) en el apartado Eventos pareja. Ahí lo explican todo: lugar, precios, etc, a la vez que le piden unos datos que sirven para confeccionar las listas de comensales, porque de lo que se trata es de que haya gente afín.