Las asociaciones de Son Reus organizan un nuevo desfile para dar en adopción a los canes de la perrera. | Pere Bergas

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Tyson es un pitbull de siete años, fue renunciado por su familia y lleva 235 días en una jaula; Loki es un mestizo de pastor mallorquín y ha pasado encerrado 158 días de sus dos años de vida; Yena es una mestiza de dos años, su dueña murió y ha pasado 74 noches entre rejas. Estos son solo tres de los 40 perros que la mañana de este sábado han desfilado en la perrera municipal de Son Reus en busca de una nueva familia. «Estos desfiles son importantes para dar visibilidad a los perros de Son Reus, además de los trámites necesarios para su adopción», explica Loretta Falasco, presidenta de la Asociación Peluditos de Son Reus, organizadores del desfile junto a Sonrisanimal y Ángeles de Son Reus, cuyos voluntarios han sumado este sábado casi medio centenar de personas.

Tal y como indica Falasco, «la gente los ve pasear con los voluntarios, que los conocen de verdad y pueden guiar a los interesados, explicando las características y necesidades específicas de cada animal. Normalmente, después de estos eventos se suelen generar adopciones». A partir de las diez de la mañana los canes han comenzado a desfilar frente al numeroso público concentrado en Son Reus; unos se han mostrado tímidos y nerviosos ante tanta atención, pero otros se han lucido, acercándose y saludando a todos los presentes. Los primeros en desfilar han sido los de raza potencialmente peligrosa, a los que más cuesta dar en adopción.

Algunos perros se han acercado al público.

«No se deben comprar perros, menos de raza PPP, cuando en la perrera hay tantos en adopción. Y, quién los adopte, debe ser consciente del animal que se está llevando y el espacio, el tiempo y la educación que necesita», afirma el regidor de Benestar Animal del Ajuntament de Palma, Ramón Perpinyà. El político, presente al inicio del evento, ha agradecido la labor de las asociaciones, «la ayuda de los voluntarios es fundamental, son una pieza mas de Son Reus, junto a la clínica y los funcionarios. Actos como estos tienen una gran recepción y facilitan la salida de los animales», concluye.