Martina se sabe organizar. Por la mañana, clases en la UIB; por la tarde, gimnasio, y por las noches, a estudiar. Porque querer es poder. Y está claro que ella quiere.

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Martina Morell Rosselló tiene 23 años. Nacida en Esporles, vive en Marratxí y estudia Máster de Formación de Profesorado en la Universitat de les Illes Balears (UIB). En las instalaciones deportivas del colegio mayor Elías Ahuja, de Madrid, Martina se acaba de proclamar campeona de España de Culturismo Natural, talla alta, categoría bikini; y subcampeona de España, sub 25, en la misma categoría, lo cual no está nada mal, primero, porque lleva ocho meses entrenando culturismo, y segundo, porque ha sido la primera vez que se ha presentado a un campeonato nacional. «Sí, –reconoce ella– ha sido como llegar y besar el santo», aunque –que nadie lo dude– se lo ha currado, pues han sido ocho meses muy intensos de trabajo, a base de entrenamientos diarios, excepto en fines de semana, en el Illes de Marratxí, primero adquiriendo volumen, luego, a medida que se iba aproximando la fecha, definiendo. Sí, ejercicios de fuerza, durante una hora, y durante otra, de cardio, todo ello combinado con una alimentación adecuada, repartida entre cuatro comidas al día –a veces cinco–, eliminando, sobre todo, grasas, y descansando las horas reglamentarias, ocho por lo menos. «Es una rutina que si quieres conseguir algo, debes de cumplir a rajatabla. ¿Que un día te excedes un poco en la comida? ¡No pasa nada! Pero mejor que no lo hagas. La rutina es la rutina, y lo es más a medida que se acerca el campeonato».

Naturalmente, a esa rutina hay que sumar la del día a día, ya que ella no vive solo y exclusivamente para el gimnasio y los campeonatos. Ella está cursando una carrera que la obliga a estudiar. «Como en todo, es cuestión de saberse organizar. Y yo lo he hecho. Por la mañana voy a la UIB, almuerzo a mediodía y poco después, gimnasio. Vuelta a casa, y a estudiar». Y encima tiene novio, que también requiere su dedicación, novio que la apoya en todo, excepto en lo de comer lo mismo que ella, ya que en esto va a su bola. «Porque por el hecho de ser mi pareja no está condenado a cumplir mi mismo régimen alimenticio, sino que queda completamente liberado». Por cierto, y hablando de comer, o mejor, de comidas, a diferencia de otros culturistas, ella no lleva consigo la bolsa para cinco tapers correspondientes a cada una de las comidas. «De momento –dice– me las arreglo sin ella».

Martina Morell, primera por la izquierda, durante el campeonato de Culturismo Natural, celebrado en Madrid.

Volviendo a los entrenamientos y a la alimentación, en el supuesto de que tenga un campeonato en seis o siete meses, antes de los dos últimos entrena fuerte, con pesas, «y se hace así para ganar músculo, mientras que en los últimos sesenta días, la dieta es muy estricta con el fin de definir el músculo. ¿Cómo lo diría…? Con vistas a un campeonato, el primer periodo de entrenamiento es construir músculo, mientras que el segundo es para definir o moldearlo, eliminando el mayor número posible de grasa. Es, como digo, una rutina que debes cumplir para llegar en condiciones».

Con dos medallas, por un día no pasa nada si se salta el régimen.

Todo lo que toma es natural

Martina practica culturismo natural, por lo que pertenece a la Asociación Española de Culturismo Natural (ARCN), eso significa que no toma ninguna sustancia prohibida, sino que todo es natural. Es más, sabe que antes de un campeonato la pueden someter a un test antidroga. Por eso, todo lo que no sea natural, ¡fuera! Prohibido. Otra de las cosas importantes a la hora de participar en un campeonato es el posing, o posado. Sí, saber posar ante el jurado es fundamental, tanto como saber elegir el ángulo y la perspectiva adecuada. «Con un buen posing, tus músculos lucirán mejor. Por tanto hay que aprenderlos todos, y para ello has de quitarte la vergüenza, ¿cómo?, concentrándote al máximo en lo que estás haciendo, como si estuvieras sola. Naturalmente, también para eso has de entrenar, ya que es otra rutina».     

Según Martina, saber posar es fundamental en los campeonatos.

De entre las fotos que nos pasa vemos una en la que, con las dos medallas colgadas al cuello, se le    ve más que dispuesta a darse un banquetazo a base de hamburguesas con patatas… Banquetazo que se da, «pues un día es un día, y más si has ganado». ¿Que cuál es su objetivo más inmediato? Seguir entrenando a la espera de un nuevo campeonato sin perder de vista los estudios en la Universitat.

Ya han pasado casi dos meses y sigue ahí, completamente olvidada...

...y sigue ahí

Nos parece muy bien que el Ajuntament advierta al ciudadano de las actividades que organiza, y que si lo hace en la vía pública, como, por ejemplo, la Diada ciclista de Sant Sebastià, advierta que tal día se va a cortar el tráfico rodado de tal a tal hora. Y que lo advierta, además de con antelación, con carteles colocados en lugares bien visibles. De verdad que es de agradecer, pues uno, advertido, se busca otro camino, y no va por donde siempre para llegar a ese punto y tener que dar media vuelta. Que es lo que sucede si no estás advertido. Ahora bien, nos llama la atención –no es la primera vez que ocurre– que pasada la actividad que ha obligado a advertir, a través de carteles, que se hacía, aquellos sigan ahí per in secula seculorum. Lo decimos porque en la esquina de General Riera con Vía Alemania hay uno anunciando la citada Diada… Que se celebró hace más de un mes. Pues ya va siendo hora de que lo retiren de ahí...