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De un tiempo a esta parte se viene hablando del cambio de modelo turístico. En Calvià, por ejemplo, los que mandan no paran de hablar de él, dándolo por hecho. Sí, porque están convencidos de que lo han conseguido. Igual que en Palma. Pero resulta que una cosa es decirlo y otra lograrlo. Porque tras la COVID-19, la cosa sigue igual que antes de la pandemia. Basta, si no, con darse una vuelta por la Platja de Palma y la de Magaluf –sea de día, sea de noche– y observar. Os daréis cuenta enseguida de que el cambio del modelo turístico brilla por su ausencia. Todo sigue igual, pero con tendencia a empeorar.

Por eso nos citamos con Pepe Tirado, cabeza visible de la Asociación de Comercios Turísticos (Acotur), asociación que vela por que el modelo turístico sea mejor. Porque él, que se patea día y noche esos lugares, que habla con responsables políticos que tienen que ver con el turismo de uno y otro municipio, que asiste a reuniones con ellos, que les hace propuestas, a veces en vano, que habla con empresarios, etc., es persona con criterio para opinar sobre ese anhelado cambio de modelo turístico… Que de momento, según parece, no es tal.

turistas de la Platja de Palma, donde, según vemos,

la vida sigue igual.

«Estamos ante una nueva temporada –nos dice Tirado–, pero con los problemas de siempre. Hemos pasado la COVID-19, vuelven los turistas, se habla de mejorar la calidad del turismo, pero nada cambia, sino que todo sigue como antes. O peor. Magaluf, igual que Palma, se llena de prostitutas por la noche, no con la intención de ejercer, sino con la de robar a los turistas cuando regresan a sus hoteles, algunos con más alcohol en su cuerpo del que este permite. Eso por una parte, por otra, a Magaluf, sobre todo, han vuelto los pub crawling, o rutas de borracheras, consistentes en recorrer una serie de bares, y por poco dinero beber y beber, para terminar de madrugada como cubas en cualquier calle de los alrededores del paseo marítimo y calles adyacentes. También están los llamados party boat, o fiestas ilegales con alcohol a discreción en el mar, a bordo de embarcaciones. Por supuesto, sin ningún control, como tampoco lo hay sobre quienes los organizan, personas que aparecen cada año, que se llevan mucha ‘pasta’». Al margen de los pub crawling y party boat ilegales, me refiero a los que no tienen ningún tipo de licencia de actividad, está la calidad del turista en general que nos llega , «y más particularmente el turista de alcohol, que no tiene reparos –dice Tirado– en ponerse a orinar en la calle, a la luz del día, y encima reírse. Y no les llames la atención que igual se enfrentan a ti».

Las calles más concurridas de la Platja de Palma se llenan de vendedores ambulantes, una competencia desleal para los comercios que pagan sus impuestos.

Se repite la historia 

Tampoco pasa por alto, en una y otra zona, «el cada vez mayor número de vendedores ambulantes, algunos de ellos vendiendo lo que sea, que interrumpen el descanso playero de algunos turistas ofreciéndoles toda su mercancía. Y no solo en la playa, sino que te cruzas con ellos en cualquier sitio donde haya gente. En la calle del Jamón, por ejemplo, te los encuentras a montones. Y la venta ambulante está prohibida, eh… Es una competencia desleal a las tiendas que pagan sus impuestos y cuotas de autónomos. Pero nadie hace nada…».

Le recordamos a Tirado las manifestaciones hechas a nuestro diario por la consellera de la Presidència del Govern, Mercedes Garrido, respecto a la aprobación de una modificación de la Ley Turística para endurecer las sanciones contra quienes organicen fiestas piratas, y… «Nos parecen muy bien esas medidas, pero si no hay agentes (policías, guardias civiles, e inspectores) suficientes, y si encima a los que hay no los dotan de los medios necesarios para que resulte eficaz dicha ley, endurecerla no sirve de nada. Y lo digo por la experiencia que tenemos de ver cómo cada temporada, tanto en el mar como en tierra firme, y sin ningún tipo de licencia de actividad, se organizan fiestas clandestinas evitando contribuir al erario público, me refiero a la Seguridad Social y la Agencia Tributaria. Por eso digo, que si se endurecen las sanciones, pero no hay quien las haga cumplir, seguiremos igual. Porque además de esas fiestas ilegales, y aparte de la venta ambulante, está también la venta y consumo de alcohol en la calle, igualmente prohibidos. Es más, si sales con bebida a la calle de un bar pueden multar al propietario del bar, en cambio, vía libre a la venta ambulante de alcohol, sea en la playa o en la calle. Incluso después de las 21.30 horas. Y ya no te cuento el menudeo que hay por ahí, algo que en esta temporada que empezamos parece que tiende a ir a más. Por eso digo que por muy dura que sea la ley contra los infractores, si la policía no cuenta con los medios adecuados para frenarla, poco se conseguirá. Por eso digo que el modelo turístico solo mejorará poniendo orden en la calle, y esto se consigue con los medios adecuados. De ahí que, y siento decirlo, me temo que comenzamos la temporada con los problemas de siempre.

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Tirado: «Afrontamos otra temporada con los problemas de siempre».

Y si no, salgamos a la calle… Y si en Magaluf hemos visto a turistas orinar en plena vía pública, el espectáculo que ofrecen algunos de ellos en la Platja de Palma es de lo más lamentable: algunos bastante bebidos, tumbados sobre el murete que separa el paseo de la playa, dormitan junto a cubos con alcohol con las correspondientes pajitas. «¿Es así como se cambia el modelo turístico? –insiste Tirado–. ¿Y se cambia el modelo turístico con hoteles con el todo incluido? ¿Por qué insistir en una cosa que no es verdad? Repito: el modelo turístico mejora poniendo orden en la calle, y este, mal que le pese a alguno, no existe, todo porque faltan policías y más dotaciones para ellos». Pepe Tirado señala, finalmente, que «el objetivo de nuestra asociación es el de colaborar con todas las instituciones y Fuerzas de Seguridad por el bien general y el de los destinos turísticos. A veces criticamos, sí... Pero nuestra crítica es siempre positiva y constructiva, con la intención de mejorar la situación».