De izquierda a derecha, Joana Servera, Magdalena Salvà, Margalida Picornell y Antoni Capellà, cocineros por un día. | Teresa Ayuga

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El Taller de Cocina Inclusiva de Avante Centro de Día nace de un café en la terraza de un bar entre Regina Frau (de Avante), y Maria Martín (de la agencia de comunicación La Indiscreta); comparten una relación profesional que ha derivado en una amistad con un nexo común: romper con la rutina y el aura de enfermedad y dependencia que rodea a nuestros mayores, plantar cara a la ‘muerte en vida’ a la que la sociedad parece abocarles, porque vejez no es sinónimo de inservible, improductivo ni baldío.

Visibilizar esto compartiendo acciones, ofreciendo alternativas e ideas, es un reto mayúsculo que Avante y La Indiscreta desafían con este ciclo de Cocina Inclusiva. Una iniciativa donde «el amor y las ganas suplen al presupuesto», tal como indica Maria Martín.  «Las campañas que llevamos a cabo nacen de ideas locas pasadas por el filtro de profesionales, y la gasolina son l@s propi@s abuel@s pidiendo más». Con esta filosofía ondeando en su ideario, ponen en marcha unos talleres de recetas adaptadas a personas mayores que pretenden prolongarse en el calendario.

Si bien la primera cita estuvo comandada por Joana Maria Rosselló, del catering Ca Na Sibi, en lo sucesivo pretenden atraer «desde cocineros de restaurantes a cocinitas que triunfen con sus recetas en las redes sociales», añade Martín. En esta prueba piloto con mucho sabor las protagonistas fueron las «bolletes energètiques saludables y con mucha marcha», como las describió la chef de Ca Na Sibi, para las que precisaron 6 dátiles medjoul, 1 kilo de zanahorias, 500 gramos de almendras crudas sin sal, y 200 gramos de coco rayado. Con estos ingredientes prepararon «de cuatro a seis bolletes para cada abuel@, que son una veintena», desliza Joana, una chef totalmente vocacional que no se conforma con el recetario tradicional, siempre está buscando nuevos conceptos y procedimientos.

Mientras la experta iba guiando a los padrins y padrines, éstos no dejaron de interactuar, bromeando e incluso arrancándose a cantar el clásico entre clásicos de los fogones: Cocinero, cocinero, del icombustible Antonio Molina. Todos conocían la letra. Xisca Pons, Joana Servera, Margalida Picornell, Magdalena Salvà, Antoni Capellà y Laura Nicolás fueron los seis ‘ayudantes de cocina’ en la cita de despegue de este ciclo gastronómico inclusivo, que se desarrolla con vocación de programa de televisión.

«Se prepara un set en el patio con una gran mesa para que no falte espacio, y el/la chef va dando forma al plato con la ayuda de nuestros padrins y padrines. Grabamos íntegramente el contenido y, tras editarlo, lo compartimos en redes sociales», señala Maria Martín. El programa piloto se subirá hoy a la red.