Imagen de recurso de un equipo de trabajo charlando. | Pixabay

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Todos queremos llevarnos bien con nuestro jefe y nuestros compañeros de trabajo. Al fin y al cabo, en muchas ocasiones pasamos más tiempo con ellos que con amigos y familia. Sin embargo, hay que tener especial cuidado con lo que hablamos y la información privada que damos. En especial, a nuestros superiores. Hay jefes que se muestran más cercanos y otros que prefieren guardar las distancias con los empleados, pero no hay que olvidar que se trata de una relación jerárquica. En estos casos, un exceso de información en ciertos ámbitos de nuestra vida privada puede acarrear malentendidos, una mala relación trabajador-jefe o, incluso, despidos. Para evitar este mal trago, aquí te proponemos cuatro temas de los que no hablar con tus superiores.

Evita hablar de tu tiempo libre

Aunque suene tentador comentar lo que uno hace fuera del trabajo, lo cierto es que se recomienda no aportar demasiada información acerca de lo que se hace en el tiempo libre. Puede darse el caso de que el directivo considere que el tiempo libre debe pasarse en familia o amigos, por lo que hablar sobre una noche de fiesta puede no sentarle del todo bien. O, incluso, lo contrario. El trabajador puede causar la impresión de ser un aburrido.

Mucho cuidado con las redes sociales

En las redes sociales colgamos fotos y vídeos que, a la larga, pueden resultar ciertamente embarazosos o poco adecuados, sobre todo para nuestros compañeros de trabajo. Es mejor no incluir a tu jefe en tus redes sociales. En el caso de que sea él mismo quien te envíe una solicitud de amistad, si no lo aceptas puede tomárselo a mal. En esta situación es mejor aceptarlo y revisar lo que hemos publicado. Lo mejor es evitar contenido obsceno y demasiadas críticas, en especial, a la propia empresa y al jefe. Una solución puede ser ponerse un nombre ficticio -para no ser encontrado- y agregar solo a los círculos de amistad más íntimos.

No le comentes que estás buscando otro trabajo

Si estás tanteando el terreno laboral en busca de una oferta de trabajo para cambiar de compañía, lo mejor es que no le comentes a tu jefe nada de esto. En absoluto. Se lo puede tomar a mal, como una especie de «traición laboral» y puede buscarte sustituto o hacerte la vida en la empresa un poco imposible.

Criticar el sueldo

Muchos trabajadores consideran que están mal pagados. Es una queja recurrente entre amigos o familia, pero que conviene evitar en el trabajo. Según cómo se plantee la cuestión, el jefe puede tomárselo mal e incluso tomar represalias por tu falta de «agradecimiento», hasta el punto de despedirte. Por ello, es preferible no sacar a relucir las críticas y comparaciones salariales, a no ser que se quiera abordar el tema deliberadamente para conseguir un aumento. En este último supuesto, conviene abordarlo desde la tranquilidad y respeto, y nunca adoptar un tono sumamente crítico, superior o agresivo.