Imagen de recurso de jóvenes consultando redes sociales. | Pixabay

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A nadie le gusta ser excluido. Y hoy en día, con la marabunta de informaciones y contenido nuevo contantemente publicado en internet, son muchos quienes sienten hasta ansiedad por el miedo a perderse algo del mundo online y no estar «al día» de los que se cuece por las redes. Es lo que se llama el síndrome «FOMO», un nuevo trastorno psicológico, fruto de la ansiedad ante el tsunami informativo de internet. El nombre con el que se conoce este trastorno de la conducta, FOMO, procede de las siglas de lo que se conoce en inglés como Fear of Missing Out (miedo a perderse algo). Los psicólogos ya lo han catalogado como un nuevo trastorno, que puede acarrear serias consecuencias emocionales y sociales.

Síntomas

Los principales síntomas que deben hacer saltar las alarmas y replantearnos si somos víctimas del FOMO son: estar enganchado contantemente a internet o a un dispositivo móvil; miedo a perderse cualquier comentario o 'Me gusta' de las cuentas de las redes sociales, o no enterarse de tendencias o Trending Topic en Twitter. Cree que si no responde o no está activo en redes sociales se perderá cosas importantes y tendrá una repercusión muy negativa en su vida. El paciente suele reaccionar con ansiedad ante este tipo de situaciones. Sufre tal angustia que, por ello, evita despegarse del teléfono a toda costa. El síndrome empieza a ser preocupante con la conocida como la «alerta fantasma». Esto sucede cuando se cree oír el sonido de la notificación del móvil, a pesar de no darse. Al comprobar que no hay ninguna notificación, al persona siente una notable desilusión. Los síntomas en casos más graves pueden llegar a abarcar trastornos del sueño, ansiedad o incluso desembocar en depresión.

Aunque en un principio se puede pensar que este síndrome afecta solo a jóvenes, lo puede sufrir cualquier persona, independientemente de la edad. El perfil de quien sufre FOMO suele ser alguien con un profundo sentimiento de soledad y bajo nivel de autoestima, por lo que busca la aceptación externa. Además, suele mantener también una visión insatisfactoria de su vida, al compararla con la del resto constantemente en redes sociales.

Consejos para superar el FOMO

Una vez se es consciente de que se está siendo víctima de FOMO, el paso más importante para salir de él es cambiar los hábitos y la relación que se tiene con las redes sociales.

  • Aceptar que no se puede abarcar toda la información que se vuelca en el mundo online.
  • Priorizar calidad sobre cantidad: tanto en la cantidad de informaciones que consumimos en internet (seleccionando cuidadosamente un determinado número de cuentas) como en las amistades -online y offline-.
  • Vivir el momento: quienes sufren FOMO normalmente lamentan estar perdiendo el tiempo y desearían realizar otras actividades que ven por redes sociales. Así, aprender a ser conscientes y apreciar lo que se está haciendo en el momento presente, sin lamentarse en exceso por comparativas con el resto.
  • Ser realista: ni todo es tan perfecto como parece en las redes sociales ni se pueden vivir cien vidas a la vez. Cabe ser autoconsciente, no compararse constantemente con las vidas del resto y ser críticos con el contenido en línea.
  • Reducir el consumo de redes sociales: la mayoría de quienes padecen FOMO están verdaderamente enganchados al móvil o a internet. Por ello, uno de los pasos más importantes para salir de él es disminuir su uso y ser consciente del tiempo que se invierte en ellas. Ponerse un número máximo de minutos al día o permitirse solo consultarlas en determinados momentos pueden ser algunas de las maneras con las que empezar.