La aerotermia permite ahorrar energía en calefacción y aire acondicionado.

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¿Es posible cambiar la vieja caldera de gasóleo por una más ecológica y eficiente? La respuesta es que sí. La subida de los precios de la electricidad y el gas, que se ha visto incentivada con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, ha hecho que muchos consumidores se replanten sus formas de consumo. Las aerotermia es un alternativa que permite calentar o enfriar las casas y obtener agua caliente sanitaria. Sus ventajas, tanto para ti como para el medio ambiente al ser considerada una energía limpia, son variadas.

Los sistemas de aerotermia son bombas de calor que extraen la energía ambiental contenida en el aire mediante un ciclo termodinámico para aportar calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente todo el año. El potencial de las bombas de calor eléctricas es muy alto —son mucho más eficientes que las calderas convencionales— y por ello serán fundamentales como elemento de cambio a la hora de electrificar y descarbonizar la demanda de calor. En Europa, por ejemplo, el uso de calor representa el 50 % de la demanda final de energía. Dentro de ese uso, la calefacción y el agua caliente sanitaria (ACS) en edificios suponen más del 60 % de las necesidades de calor, los procesos térmicos en la industria añaden alrededor de un 30 % y el frío, más importante en el sur que en el norte, solo el 2 %.

De hecho, los organismos públicos están impulsando medidas para fomentar el desarrollo de la electrificación, a través, por ejemplo, de incentivos fiscales. Aunque su instalación puede suponer un gasto un poco más elevado que renovar una caldera tradicional, el sistema se amortiza en menos de diez años.

Ventajas y desventajas

La aerotermia ofrece numerosas ventajas y por ello la mayoría de las viviendas de nueva construcción cuenta ya con este tipo de sistemas. A continuación enumeramos algunas de ellas:

  • Ofrece un alto nivel de eficiencia y rendimiento.
  • Permite reducir las emisiones y el consumo de energía, contribuyendo así a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
  • Facilita el ahorro en las facturas tras el desembolso inicial y tiene utilidad durante todo el año.
  • Es cómodo, seguro y fiable al no depender del suministro de combustibles ni de mantenimientos complejos. Además, su funcionamiento es relativamente sencillo.
  • Mejora la calidad del aire a nivel local al eliminar por completo las emisiones de partículas de NOx (óxidos de nitrógeno) y SOx (óxidos de azufre) que provocan los sistemas basados en calderas de combustión.

Por contra, estas serían las desventajas:

  • A nivel doméstico es necesario disponer de un espacio exterior suficiente para los generadores de aerotermia, así como de un espacio interior para el intercambiador y el acumulador de ACS. Además, dichos generadores desprenden calor en verano, por lo que necesitan un espacio circundante de 3 metros aproximadamente.
  • El elevado precio de las máquinas, así como el coste de instalación del nuevo equipo, hacen que el coste de sustitución sea mayor que el de una caldera convencional más un sistema de refrigeración para toda la vivienda.
  • Tradicionalmente, el calor por aire se asocia a: disconfort térmico —en splits puede haber exceso de velocidad en el flujo de aire y ambiente reseco—, baja inercia —sistemas que al apagarse dejan de calentar— y molestias sonoras. Sin embargo, el uso de la aerotermia con suelo radiante es un tándem perfecto que permite aprovechar todas las capacidades de esta tecnología.

¿Qué coste tiene?

El coste de instalación de la aerotermia es más elevado que el de una caldera de gas tradicional, ya que se trata de tecnología novedosa y renovable. La instalación puede costar entre 10.000 y 20.000 euros, en función de lo grande que sea la casa.