Además de participar en el certamen mundial de belleza, quiere traer a la Isla el concurso de Mrs Europa 2022. | Julián Aguirre

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Se llama Djamila Celina y es una de las mejores discjokeys del momento, además de una empresaria de éxito y coleccionista de títulos de belleza. Natural de Amsterdam (Holanda), reside desde hace tres años en Mallorca. A finales de mayo participará en el certamen Mrs Globe World 2022, en representación de Europa. Una corona que alzó el pasado mes de octubre y que le gustaría entregar a su sucesora en Mallorca. «Sí, me gustaría celebrar el certamen de Mrs Europa en la Isla».

Mujer emprendedora, esposa y madre de un hijo, tiene un dilatado historial de premios y títulos de belleza, pese a ser una candidata que rompe con todos los estereotipos de Miss. «No soy ni rubia ni tengo los ojos de color azul, tampoco soy muy alta y el color de mi pelo llama la atención», comenta. Pese a ello se proclamó Miss Regional Sur de Holanda, estuvo en el top ten de Miss Turismo Mundial y fue tercera en Miss Universo México. «Al casarme ya no me podía presentar a Miss (señorita), así que me presenté a Mrs (señora). Y, tras ganar en Grecia Mrs Europa, quiero ganar en Mrs Globe, en California». Pese a que no quiere confesar su edad, «no lo sabe ni Google», asegura que no tiene secretos. «Odio el deporte y me dan pánico las agujas, así que no me he hecho nada de cirugía estética». Mide 1,68 de estatura y sus medidas corporales son 90-60-90. Al preguntarle qué parte de su cuerpo es la que más le gusta, no lo duda: «El culo. Dios me ha dado un culo espectacular. De hecho, es una de las frases de mi último disco, Voel m Diep».

El pasado año, Djamila Celine fue portada de la revista Playboy España y actualmente se encuentra entre las mejores discjokeys femeninas del mundo, «y en 2020, la más sexy. Cuando pongo música me siento la reina del mundo», confiesa. Djamila cuenta con una legión de seguidores en las redes sociales, medio que «utilizo para animar a las adolescentes a que luchen por sus    sueños. Al ganar estos títulos de belleza quiero ayudar, con mi imagen, con todo lo que está pasando en el mundo, a diferentes asociaciones y buscar, entre quienes me siguen, nuevos colaboradores».

Atrevida y mediática, ha participado con su marido en un programa de la televisión de Holanda, en el que se intercambian, durante una semana, una familia pobre con otra rica. «Sí, fue una experiencia increíble. La otra familia vino a nuestra casa de Mallorca y podía contar con un presupuesto de unos 2.000 euros para pasar la semana, que es lo que más o menos gastamos mi marido y yo. Por el contrario, nosotros pasamos una semana en su casa de Holanda, con un presupuesto de 60 euros. Imagínate, no podía ir ni a la peluquería, ni salir a comer. Nos alimentábamos a base de bocadillos y poco más». De aquella experiencia televisiva, Djamila añade que «seguimos manteniendo contacto con la familia y les ayudamos a salir del bache económico».

Su nivel de vida es elevado y viaja con frecuencia, por cuestiones laborales. «En las tres últimas semanas he visitado cinco países distintos, por lo que lo próximo será tener mi propio avión privado». En su día a día, cuando su agenda se lo permite, se ocupa de su hijo, «le acompaño y le recojo del colegio, luego vamos al entreno y a jugar al tenis, al golf o a tomar el sol cerca de la piscina, porque dentro no me meto, ya que tengo un contrato a nivel mundial con la firma L’Oreal y no quiero estropear mi cabello». Djamila confiesa que «no me gusta y no cocino. De hecho, tengo un chef que me hace una dieta estricta de lunes a viernes. ¿Mi comida favorita? La de McDonalds».