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Atelofobia. Probablemente a muchos no les suene en absoluto el término, pero, haciendo repaso de los síntomas, más de uno se sentirá identificado. La atelofobia se trata de una fobia poco común, pero que se está expandiendo debido a las altas exigencias de la sociedad actual.

La competitividad de hoy en día, agravada por las redes sociales y la sensación de llegar a los estándares socialmente requeridos, así como alcanzar esas vidas perfectas que idolatramos al otro lado de la pantalla, conllevan un importante desgaste psicológico. Ello implica, en muchas ocasiones, una importante bajada de autoestima, así como un aumento de ansiedad y esfuerzos por complacer a todo el mundo. Se nos piden estudios, una carrera profesional en auge, ser proactivos, productivos, simpáticos, tener una vida social y familiar activa, hobbies...Y ello puedo conllevar a que, por tanto intentar llegar a estos estándares y percibir que no llegamos, acabemos desarrollando atelofobia.

Síntomas

Los síntomas son muy diversos y varían mucho dependiendo de la persona. Como cualquier fobia, el paciente presenta un miedo irracional a una situación, que le hace actuar de cierto modo y le coarta la vida diaria. Así, en la mayoría de casos de atelofobia, quien la sufre tiene pánico a la imperfección o a no llegar a los requerimientos auto-impuestos que rozan la perfección. Por ello, la persona en cuestión mantiene una obsesión por gustar a todo el mundo. Esta se puede observar en intentos por complacer a todos o tomar decisiones pensando solo en no decepcionar al resto.

Es importante no infravalorar estos síntomas y relegarlos al simple «perfeccionismo». En la atelofobia aparece una verdadera ansiedad y trastoca las conductas habituales, hasta el punto de suponer un verdadero obstáculo en el día a día. La víctima puede llegar a padecer taquicardias, hiperventilación, temblores, náuseas y vómitos o sudores fríos ante la idea de una situación que considera «imperfecta». El principal problema de esta fobia es que la vida está plagada de imperfecciones, por lo que los síntomas y dificultades se tornan en una constante diaria.

El perfil de paciente es el de una persona que siente que nada de lo que hace está suficientemente bien y se compara constantemente con los demás. Esta frustración por no llegar deriva en irritabilidad, negatividad e, incluso, depresión. Cuando esta sobre exigencia se da no solo consigo mismas, sino también con los demás, pueden tener dificultades en sus relaciones sociales, profesionales y sentimentales.

Consejos para gestionarla y superarla

Como en todas las fobias, una de las mejores formas de superar este miedo irracional es enfrentándose de cara a él. Los expertos recomiendan a quienes la sufran obligarse a pasar por este tipo de situaciones para aprender y acostumbrarse a lidiar con ellas hasta no que no provoquen esta respuesta ansiosa. Además, es necesario realizar un importante ejercicio de conocimiento personal importante, y calibrar las creencias que se tienen acerca de la eficacia personal y esa obligatoriedad de perfección. Ello, seguramente, repercuta de forma indirecta en una mejora de la autoestima.

En casos severos, sin embargo, es preciso acudir a psicólogos o psiquiatras cualificados. Para hacer más amena la recuperación y para no sentirse solo, también se pueden recurrir a terapias grupales que organizan algunas entidades e instituciones locales.