La mallorquina Nerea Real. | Click

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La mallorquina Nerea Real es una de las seleccionadas por el programa Idol Kids que Tele 5 emite los lunes por la noche. Pese a tener 15 años, lleva ya muchos sobre los escenarios, «que yo recuerde –dice– desde que tenía dos años», porque su padre, Juan Real, que también es cantante, deja que la acompañe en alguno de los recitales que da en diversos locales de Palma, como ocurrirá hoy, sábado, en que Juan canta en Es Patronat, y donde está anunciada como artista invitada. Y recuerda también que siendo muy niña cantó en el Auditorium de Palma con la coral de la Universitat de les Illes Balears.

Nerea estudia en el IES Josep Maria Llompart tercero de ESO, y su intención es elegir el Bachillerato artístico, pues quiere ser artista. Por otra parte, es influencer, con 70.000 seguidores en Instagram y 430.000 en Tik Tok, siendo su agencia Hello Saturday. ¿Que por qué tan joven ya metida en las redes…? «Pues porque soy de la era del móvil e internet. Y quien tenga mi edad y diga lo contrario, se equivoca. Tiene sus cosas buenas, entre ellas, que vives la vida en directo allá donde estés, aparte de que, si eres cantante, o artista, la red te puede ayudar a promocionarte… Porque hoy no te preguntan cuántos discos tienes en el mercado, sino que les interesas por el número de seguidores que tienes. Y si no te preguntan por discos, es porque ya no se graban discos, sino que las canciones suenan, además gratis, a través de plataformas digitales. Por eso, todo ha cambiado… Por eso, si a los de mi edad les preguntas qué es un casete o un disquete, incluso un CD, lo más seguro es que te respondan que no tienen ni idea. Por otra parte, el móvil, que es como un amigo especial, pues con él vas a todas partes, te ha ayudado a espabilarte».

Desde hace muchos años, Nerea suele cantar donde lo hace su padre, Juan Real.

Formación

Dicho lo cual, Nerea considera que hay muy buenos cantantes, pero que «muchos se quedan en el camino». Porque para triunfar, según ella, «se necesita constancia y suerte. Las dos cosas. Mi padre es constante, pero necesita tener suerte… Que espero que la tenga algún día, porque es muy bueno». A Nerea le gusta cantar por tres razones, «porque me gusta cantar, porque cantando transmito algo a la gente y por el reconocimiento que puede tener el público hacia ti». Confiesa también que, aunque se acompaña al piano, «jamás he ido al Conservatorio, ni he estudiado música, sino que lo hago a base de constancia y de memorizar».

Su vida es la música

¿Que a qué aspira…? Pues ya lo ha dicho: a triunfar «a base de constancia y suerte», repite. En cuanto a quién admira, aparte de a su padre, «a Abraham Mateo, de San Fernando, Cádiz –dice, sin pestañear–. Desde pequeño ha sido un luchador. Se dio a conocer en Menuda noche, de la televisión de Andalucía, y a partir de ahí no paró, consiguiendo éxitos que le han llevado a vivir entre Madrid y Miami. Abraham tuvo suerte, sí. ¡Pero es que se lo curró! En vez de irse de fiesta, se quedaba en casa, trabajando… Y yo hago casi lo mismo. Apenas salgo. Ensayo canciones, y toco el piano. De oído. Sí. Y para ello me ayudo de YouTube. Y es que todo está en internet… Pero eso no quiere decir que más adelante no me apunte en el Conservatorio, que seguro que lo hago, porque cuanto más sepas, y más recursos tengas, mejor... Porque mi vida, sí o sí, es y será la música». En cuanto a su participación en Idol Kids, reconoce que va muy ilusionada y preparada. «Supongo que impresiona mucho quedarse sola en un gran escenario con un jurado a la espera de lo que haces… ¿Que no tengo suerte y me quedo en el camino…? No me desanimaré, como no me desanimé cuando me presenté a La Voz y no me cogieron. Pienso solo en que voy a actuar y en que el programa es una gran plataforma para los que empezamos, por lo que estar en él es muy importante para mí». No sabe cuándo saldrá al escenario, «pero espero ese momento con gran ilusión».

Seguro que André y Agustín hubieran preferido otro lugar, no ahí...

Hay formas y formas

Hay muchas maneras de que puedas decir «te quiero», o «te amo» a la persona que más quieras o ames. O las dos cosas. Lo puedes decir susurrándole al oído, o por escrito, o a través de una canción, o por medio de unos versos, o alquilando una avioneta publicitaria con un cartel que lo ponga y que dé vueltas por encima de su casa o lugar de trabajo, o, si no, alquilando una valla en un lugar muy concurrido en la que incluya la foto de ella o de él, y que, a todo color, expreses tus sentimientos: te amo, te quiero... Hay mil formas para hacerlo y encima quedar bien. Pero lo que no está bien es que expreses ese sentimiento, ni otro parecido, en una pared, y más si está limpia, como ha hecho esta persona, que ama a André y a Sebastián. Que nos parece muy bien que los ame, y que se lo diga por escrito y en colores. Pero que lo haga, en vez de ahí, en la pared del comedor de su casa, por ejemplo, y que luego, para sorprenderles, que los invite a comer. Verá qué bonito queda...