Andreu Genestra, en un momento de su participación en la feria con el atún como protagonista. | P. Pellicer

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La segunda jornada de la feria Horeca comenzó entre Eivissa y Perú. Roberto Sihuay, de Cantina Canalla, situado en Sant Antoni de Portmany, realizó una muestra de su cocina nikkei, simbiosis de la japonesa y la de su país origen. Sihuay elaboró tres ceviches de lubina con otras tantas leches de tigre diferentes. Como plato caliente, cocinó en directo un patacón (plátano macho) amazónico con cerdo negro. De esta forma, Baleares se unía con el porc negre a los otros dos templos gastronómicos.

El aceite de oliva virgen extra de Mallorca fue el protagonista siguiente. José Cortés, presidente de Ascaib y chef ejecutivo de Buscando el Norte, mostró las casi infinitas posibilidades de este producto. Cortés elaboró una ensalada caprese en la que usó este producto de seis formas diferentes y como receta dulce, un bizcocho realizado con aceite de oliva sin mantequilla con una guarnición de frutas y una salsa de aguacate y leche condensada. Matías Providenti tiene dos restaurantes, Shaka, especialista en comida japonesa, y Maleva, con las carnes a la brasa como principal reclamo. Durante su intervención, el chef de origen argentino juntó ambos conceptos con unos sabrosos pinchos que fueron degustados por los asistentes.

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Álvaro Salazar, durante su intervención donde realizó dos platos con el pollo campero como protagonista.
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José Cortés descubrió otras formas de usar el aceite.
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Roberto Sihuay trajo los sabores de su cocina nikkei a Horeca.

Álvaro Salazar, del restaurante Voro, único con dos estrellas Michelin en Balears, deleitó al numeroso público sobre cómo realizar dos platos con la base del pollo campero, uno de los cuales era un pollo asado sin pollo. Sobre sus bases de entorno, memoria y creatividad puso el acento en usar productos de cercanía, con el recuerdo de su Andalucía natal y a partir de ahí dar rienda suelta a la originalidad.

Otros dos ‘estrellados’ de la jornada fueron Andreu Genestra y Óscar Molina, que en esta última edición consiguió la primera estrella Michelin para La Gaia, de Eivissa. Ambos hicieron al atún protagonista de su intervención, pez al que Molina llamó «el cerdo del mar» por su aprovechamiento total. Genestra hizo ‘doblete’ y unos minutos más tarde habló precisamente del cerdo como animal de cercanía centrado en el porc negre de Can Company. Para la ocasión elaboró un cochinillo con colmenillas y vino chardonnay.

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Joan Manuel Peña, del Hotel Valldemossa, vencedor del concurso de lubina.
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Tomeu Arbona, durante su intervención.

Lubina a concurso

No podía faltar un concurso en esta jornada y la lubina fue la protagonista. Johan Manuel Peña, del Hotel Valldemossa se alzó como vencedor y logró 500 euros en lubina gentileza de Aquanaria.
Tomeu Arbona, del Fornet de la Soca, tituló su intervención Sin miedo a recuperar la tradición y en ella abogó no tanto por la recuperación del recetario clásico «sino por el trabajo artesanal y la rehumanización de la gastronomía. La tierra nos lo está pidiendo y hay que hacer mayor uso de lo próximo, de lo local». Koldo Royo, incansable, volvió a hacer de maestro de ceremonias. Hoy se celebra la última jornada de la feria, que está resultando un éxito de participación