Ghana fue el primer país de África Occidental en independizarse del imperio británico. | P. LLITERAS/M. FULLANA

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El 6 de marzo de 1957, bajo el mando del líder político Kwame Nkrumah, Ghana fue el primer país de África Occidental en independizarse del imperio británico. También fue el primer destino africano del periodista polaco Ryszard Kapunscinski. Sin ser conscientes de ello, el pasado mes de octubre, los jóvenes periodistas Pep Lliteras y Margalida Fullana, de Llucmajor, siguieron su estela.

Movidos por su afán de contar historias lejanas, ambos pasaron un mes en la ciudad ghanesa de Kpando, situada entre el Volta, el lago artificial con mayor superficie del mundo, y la frontera con Togo. Su puerta de acceso fue la ONG Un llapis per Ghana, que les facilitó la estancia en el orfanato Ryvanz-Mia, residencia de una quincena de niños y niñas, que hace las veces de guardería durante el día.

Marga Fullana compartió muchos momentos con los niños de un orfanato.

Pep Lliteras atiende a las preguntas que le plantearon los pequeños.

«No es un voluntariado al uso, en el que tienes una labor determinada; te permiten desarrollar tus proyectos profesionales», dice Lliteras que, dado su interés por la cultura futbolística, entrenó con el conjunto amateur de Kpando, entrevistó a un directivo del Heart Lions, un equipo de la segunda división ghanesa, y pasó un día con un reconocido constructor de embarcaciones, cuya clientela procede de multitud de pueblos situados a orillas del Volta. Por su parte, Marga Fullana llegó a Ghana con la idea de escribir reportajes sobre el cambio climático; el país es el segundo mayor exportador de semillas de cacao en el mundo, después de su vecina Costa de Marfil. Pero a su llegada hubo algo que no pudo pasar por alto:«El tema aparecía en cada rincón: la industria textil. Quizás no encuentras un brick de leche en toda la ciudad, pero si quería hacerme una falda a medida tenía infinidad de lugares para elegir», afirma Fullana, que explica que, en las únicas tres calles asfaltadas de Kpando, se podían encontrar infinidad de pequeños talleres de costura.

Ambos destacan que el viaje les ha ayudado a observar el mundo desde otra perspectiva, a comprender que nadie es tan importante como parece y que hay más realidades de las que pensamos. «A veces sabemos cosas de oídas, pero hasta que no estás allí no puedes ponerte en su lugar», expresa Pep, a lo que Marga añade que «siempre se habla de África a partir de una mirada lastimosa, pero lo que yo pude ver en Ghana es que ellos no viven pensando en su pobreza ni comparándose, sino que tienen las mismas inquietudes que nosotros».