Pasajeros suben a bordo de autobuses que viajan a Zimbabwe, en medio de la propagación de la variante ómicron en Johannesburgo, Sudáfrica. | Reuters

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Un reciente estudio del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica apuntala que existen motivos para la esperanza en el caso de la variante ómicron del coronavirus. Según han descrito los investigadores dirigidos por las científicas Nicole Walter y Cheryl Cohen los pacientes que han enfermado en la actual ola de contagios de COVID tienen un 80 % menos de probabilidades de acabar en la cama de un hospital si contraen la variante ómicron, en comparación con otras cepas conocidas.

Se trata de un estudio de importancia precisamente en estos momentos en los que la nueva variante adquiere un protagonismo destacado, especialmente en Sudáfrica, el primer país donde se describió. A partir de este trabajo, que ha dado a conocer este miércoles Bloomberg, una vez el estado del paciente es suficientemente grave para tener que permanecer ingresado en un hospital, el riesgo de enfermedad grave no difiere de los datos que arrojan los contagios de otras variantes.

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En concreto, los estudiosos han comparado las datos de las infecciones protagonizadas por delta en el país africano entre abril y noviembre, y han concluido que a diferencia de estas las infecciones por ómicron se asocian con un 70 % menos de riesgo de enfermedad grave. Desde que fue identificada por científicos sudafricanos el 25 de noviembre, la variante ómicron ha estimulado un número récord de casos en todo el país. En estos momentos, con el 44 % de su población adulta inoculada, la economía más desarrollada del continente es la que presenta unos mejores datos de vacunación en su entorno.

El estudio es «importante» aunque la publicación neoyorquina que la ha recogido incorpora apreciaciones de un profesor de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) que considera que el uso de los llamados controles históricos cuando se compara con las infecciones delta entre abril y noviembre significa que su resultado puede estar sesgado por cuestiones temporales.

«Entonces, aunque los casos de ómicron tengan menos probabilidades de terminar en el hospital que los casos de delta, no es posible decir si esto se debe a diferencias inherentes en la virulencia o si esto se debe a una mayor inmunidad de la población en noviembre en comparación con algunos meses antes», un detalle que los propios autores del trabajo reseñan.