El biólogo marino, activista y marinero Ricardo Sagarminaga rescató del olvido al centenario Toftevaag, un barco noruego que data de 1910 y que durante muchos años se utilizó para pescar arenques. De esa compra han pasado ya 32 años y se ha convertido en la base donde se gestan las expediciones y misiones de la asociación que fundó en paralelo, Alnitak, que colabora con el Sistema de Observación y Predicción Costero de Balears y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica. El objetivo principal es la conservación del Mediterráneo, su ecosistema, y luchar principalmente contra la contaminación, el tráfico marítimo y la pesca fantasma.
A la caza de la pesca fantasma en los océanos
El biólogo Ricardo Sagarminaga, que realiza expediciones con el ‘Toftevaag’, trabaja en un programa que mejora la pesca de la llampuga
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2 comentarios
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Que manera de vivir del cuento y de las subvenciones públicas.
Visto desde fuera parece un chiringuito para vivir y mantener ese cascarón que es a todas luces ineficaz para la misión que dice tener. Si se quiere vigilar la pesca ilegal hay que tener drones y embarcaciones de altura medianamente rápidas. A mi estos chiringuitos me parece que viven de la pesca...de subvenciones.