David Rees en una imagen promocional.

TW
0

David Rees (Málaga, 1994) no cumple con los estereotipos que se aplican a la mayoría de los artistas cuyas canciones se destinan a un público infantil y adolescente. «Me gusta la diversión, que la gente disfrute en los conciertos y baile, pero también hay una parte importante de mensajes con un cúmulo de emociones», explica Rees, que actuará por primera vez en Mallorca esta tarde en el Trui Teatre, donde presentará su nuevo proyecto: Escalofrío. Un ejemplo claro de esta ‘profundidad’ es Transparente, un canción creada hace cinco años y que    ha vuelto a grabar y subir a las plataformas como un grito de auxilio para los jóvenes que sufren depresión. A la hora de componer, lo habitual es que el germen sea una frase. «A partir de ahí voy desarrollando la letra y luego la parte musical. Es raro que ésta sea lo primero que se me ocurra, pero alguna vez también me ha pasado».

De ascendencia inglesa y malagueño de nacimiento, David se crió en Zafra (Badajoz)    y estudió Psicología en Salamanca. «En Zafra estudié música y empecé a componer, pero en Salamanca donde encontré mi sitio en este mundo. Haber estudiado Psicología hace que abras mucho más los ojos ante diferentes situaciones que te encuentras en la vida», confiesa. Para una persona nacida en los 90 y que tiene a la música como principal afición, puede parecer casi obligatorio que participar en Operación Triunfo o en un programa similar fuera una de sus mayores aspiraciones, pero ese no es su caso. «Nunca me he presentado a    un casting. Cuando comenzó OT yo era muy pequeño y cuando se volvió a emitir tras un año de parón yo ya me había hecho un hueco en el mundo de la música. Pero de no haber sido así, seguro que lo hubiera intentado».

A la hora de elegir si prefiere que alguien disfrute con su canción o le ayude a superar un problema, explica: «Lo que más me gusta es que esa canción le llegue.Que tenga un efecto u otro, ya es secundario». David no tiene supersticiones.Tanto es así que no dudó en titular a su primer álbum Amarillo. «Fue porque un grupo de amigos me regaló antes de un concierto un ramo de flores de ese color y la actuación fue genial», explica.

Además de cantar y componer, otra parte importante de su trabajo es la grabación de videoclips y los conciertos. «Esto último es lo mejor. También me gusta mucho componer y las grabaciones y quizás un poco menos el rodaje de un videoclip porque a veces se hace pesado». Las plataformas digitales han sido las correas de transmisión para llegar a su público. «Quizás en otros tiempos me habría tocado ir de bar en bar. Posiblemente hubiera tenido que ser así».

David es conocido por tocar el ukelele, un instrumento con el que comenzó a familiarizarse por una curiosa razón. «Yo había estudiado guitarra. Un verano fui a un campamento, pero era un tímido y me daba mucha vergüenza llevar esa funda tan grande, así que metí el ukelele, que me cabía en la mochila». En la actuación de esta tarde, David tocará casi a partes iguales el piano, la guitarra y este instrumento que le ha llevado a ser conocido como el ‘chico del ukelele’.