El dueño, Francisco Mulet (en el centro), junto a un grupo de empleados a la entrada del vivero. | Jaume Morey

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Tal día como hoy, pero de hace 111 años, Joan Miró Fuster abre una tienda y almacén de semillas en una finca que estaba entre la calle Sindicat y la Plaça Major de Palma (donde actualmente están las arcadas que comunican ambas vías). En total eran unos 500 m2 de superficie. La elección de este enclave se debió a que en aquellos tiempos se celebraba el mercado payés más importante de la ciudad y esa concentración de hombres del campo procedentes de toda Mallorca hacía que en la Plaça Major se generaran multitud de transacciones comerciales de productos agrícolas y ganaderos.

Pedro Aguiló Mas sucede a su padrino al frente de Can Juanito en 1953, y da a la empresa un nuevo impulso al abrir una línea de investigación de nuevas semillas para la agricultura balear. Organiza un viaje de trabajo a Francia para contactar con las grandes empresas francesas obtentoras y comercializadoras de semillas, y conocer sus novedosos métodos de trabajo.

Can Juanito
guardias vigilando el comercio de Vía Sindicato durante una revuelta en 1919.

Entre 1971 y 1972 el Ajuntament de Palma acometió una reforma en la Plaça Major y expropió la franja de edificios donde se ubicaba Can Juanito, que se trasladó a la Plaça Coll y a la calle Miracle. Joan Aguiló Martí, hijo de Pedro Aguiló Mas, coge las rienda del negocio en 1973 y en 1986 organiza un viaje de trabajo a Israel con diversos campesinos para ver métodos de trabajo. De ahí nació Agroilla, pero esa es otra historia.

Can Juanito
Joan Aguiló, antiguo propietario y cuyo abuelo fundó la empresa; Xisco Mulet, el biólogo investigador Samuel Shosa Abotbol, y el empleado Casimiro Rodríguez, en los 90.

En 1991 entra en escena Francisco Mulet Trias, cliente habitual de Can Juanito, ya que era la cabeza visible en la zona de Son Ferriol de la Cooperativa Agropecuaria de Mallorca (CAM). Joan Aguiló y él deciden en 1992 comprar el huerto de la familia Serra en Can Enjuto, en Son Ferriol, (ubicación actual de Can Juanito), y abrir un negocio mixto, en el que Joan Aguiló aportaba las semillas y Francisco, a través de la CAM, piensos, fertilizantes, fitosanitarios... En 2006 Joan Aguiló emprende una aventura empresarial en Chile que cada vez le lleva más tiempo y hace 11 años decide vender su parte del negocio a Mulet, que se convierte así en el dueño único. «El negocio vive un momento muy bueno porque durante el confinamiento muchos ciudadanos, tanto los que tienen un poco de terreno como los que yo llamo ‘de balcón’, dedicaron muchas horas a la jardinería. De hecho en los dos últimos años hemos pasado de unos 18 empleados a 26».

Por su parte, Albert Tomàs, gerente de la empresa, explica que los artículos más demandado son las plantas aromáticas, y en cuanto al abanico de precios, se puede encontrar un pensamiento por menos de un euro hasta un olivo de 11.000.