El ‘Gladan’, amarrado desde ayer en la base de Porto Pí. | Pere Bota

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El buque escuela de vela sueco Gladan llegó ayer a Palma para una estancia de tres semanas, en el transcurso de su crucero de instrucción para 40 alumnos de náutica. Aparejado de goleta, se inscribe en la mejor tradición naval, con el propósito de formar a los cadetes en el ambiente y condiciones de navegación, siguiendo la práctica y teoría de antaño, en coordinación con los equipos actuales.

Perteneciente a la división de goletas de la Real Marina de Suecia, el Gladan forma pareja con su gemelo, el Falken, desde el año 1947 en que ambos buques fueron alistados.

Tras zarpar de Suecia, el Gladan ha visitado en este viaje los puertos de Den Helder (Holanda), Cherburgo (Francia), y ya en España, La Coruña, Cádiz y Cartagena.

Durante esta larga singladura, los cadetes han recibido un variado programa de enseñanza náutica a nivel práctico y teórico que incluye el manejo de instrumentos, la confección de nudos marineros, el izado de velas, las guardias en cubierta, el aprendizaje de nomenclatura y maniobra náutica. El propósito es formar a los cadetes a partir de la experiencia individual, pero también con el trabajo que se realiza en equipo.

Con 232 toneladas de desplazamiento, el Gladan fue diseñado por el ingeniero naval Tore Herlin como heredero de un historial que en Suecia se remonta al siglo XVIII.

Con 42,5 metros de eslora, cuenta con una arboladura de dos mástiles para velas cangrejas que le propulsan a una velocidad media de ocho nudos. Y así llegó ayer a la bahía de Palma.