Tras la visita al invernadero, los asistentes pasearon por los campos de higueras, probando todo tipo de higos. | Pere Bergas

TW
1

Cada vez que pasaba a su lado, en actitud piadosa, la poetisa uruguaya Juana de Ibarborou elogiaba a su higuera, «porque es áspera y fea, porque todas sus ramas son grises; (...) y la pobre parece tan triste».

Con la misma sensibilidad e interés por el medio natural, una veintena de personas se acercaron el sábado a la finca de Son Mut Nou, en Llucmajor, para participar en una visita guiada por el farmacéutico Montserrat Pons i Boscana. «El objetivo de la visita es divulgar y dar a conocer este campo de experimentación; la higuera y su historia, y nuestra identidad agronómica. Además, contribuye al mantenimiento de este lugar», explicó Pons i Boscana, propietario de un espacio único en el mundo que, desde 1995, se dedica a la conservación y estudio de recursos fitogénicos de las higueras.

Conferencia y degustación

Para comenzar, los asistentes atendieron a una extensa conferencia del experto que, «hablando desde el corazón», explicó aspectos históricos, biológicos y agronómicos alrededor de la higuera. «Ha estat melassa. Aunque ya conocía el asunto, mis antepasados de Santa Margalida se dedicaban a la recolecta de higos, he disfrutado mucho», señaló Pep Gayà.

A continuación, Montserrat Pons guió a los visitantes hasta el invernadero, donde pudieron observar curiosos ejemplares, como la Ficus superba, una higuera de Malasia cuyos higos crecen en el tronco, o una higuera procedente de Fukushima antes de la radiación. «Me fascina y emociona la dedicación de este hombre. Además me gusta el campo y aprendo sobre esquejes, la poda, o posibles enfermedades que la higuera puede contraer», afirmó Araceli García. Tras degustar una amplia variedad de higos, los asistentes probaron algunos de los muchos productos que producen en la finca, como higos secos, paté y vino de higos, y sobrasada de porc negre engordado, claro, con higos.

Palma, Discreto, Higos

Con todo ese cariño y atención, las higueras de Son Mut Nou deben sentirse como la de la poetisa, quien pensaba que, si el árbol comprendía su idioma, «tal vez, a la noche, cuando el viento abanique su copa, embriagada de gozo le cuente: ¡Hoy a mí me dijeron hermosa!»

Un campo de experimentación

Son Mut Nou concentra una numerosa colección de cultivares de higuera, «recuperando variedades antiguas en riesgo de erosión genética y descubriendo variedades desconocidas». En 1995 se plantaron las primeras higueras, casi todas de la variedad Martinenca de Míner (Llucmajor). En la actualidad, el campo está dividido en ocho sectores, con 2.834 higueras de un total de 1.308 variedades diferentes, procedentes de todos los continentes. La reunión de todas esas variedades en un mismo espacio permite la prospección, la caracterización, el estudio y la observación de una forma cómoda y fidedigna.