El megayate ‘Lady Moura’, fondeando frente a Can Pastilla. | M. À. Cañellas

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El megayate Lady Moura regresó este miércoles a Mallorca, quedando fondeado por la mañana en Can Pastilla, procedente de Ibiza. En su última visita se hallaba a la venta al precio de 200 millones, un precio posteriormente rebajado. La prestigiosa firma británica Camper & Nicholson –la misma que gestionó la transacción del yate Beethoven de Rafa Nadal por 2,6 millones–, fue entonces el broker escogido para la operación, que ha culminado con una gran reforma en Denia. Ahora en manos de su nuevo propietario, un financiero mexicano –unos afirman que es Ricardo Salinas Pliego y otros dicen que se trata de Alberto Bailleres–, tras treinta años a cargo del magnate saudí Nasser Al-Rashid –quien dedicó el megayate a su esposa Mouna Ayub, como culminación a su historia de amor–, luce de nuevo como en sus mejores tiempos.

Construido por el histórico astillero alemán Blohm & Voss en 1990 según un refinado diseño italiano de Liugi Sturchio y Maurizio Rossi, este megayate estableció su base en Palma durante los años 90, llegando a formar parte de su paisaje portuario. Con 105 metros de eslora, es más rápido que la mayoría de megayates, ya que alcanza los 20 nudos de velocidad y era entonces uno de los mejores del mundo.

Sus lujosas dependencias de estilo clásico y contemporáneo, pueden alojar a 22 invitados y 60 tripulantes. Entre sus exquisitas instalaciones destacan las amplias estancias y suites, junto al que fue un pionero beach club, discoteca, spa, cine, una gran piscina en la cubierta y un garaje para embarcaciones menores y deportes náuticos. Su presencia coincide con la del Yasmine of the Seas y el Venus, ambos habituales en el Club de Mar, ahora entre grandes obras de transformación. Esta circunstancia se baraja como una de las causas de la escasez de este tipo de embarcaciones de más de 70 metros este año en Mallorca.