El barco noruego ‘Toftevaag’ (a la izquierda) es un pesquero construido en 1910 y reconvertido para labores de investigación. Estudia las tortugas marinas y ciertas ballenas. | E. Queirolo

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La declaración del archipiélago de Cabrera como Parque Nacional ahora hace 30 años fue un sueño cumplido para los defensores del ecologismo y la conservación del medio ambiente.

Para celebrarlo, este domingo se llevó a cabo una exhibición de 13 barcos clásicos y de vela latina, algunos centenarios, llegados, la mayoría, del sur de Francia y de las costas catalanas.

Un sueño en mitad del mar
Navegantes, técnicos medioambientales, militares y el director general, Llorenç Mas –segundo por la izquierda–, ante el Monument als Francesos. Alrededor de cuarenta personas participaron en esta conmemoración. FOTO: E. Queirolo

Un total de 14 de las 27 naves que tenían que participar en la reunión no pudieron llegar a la Isla debido al mal tiempo vivido este fin de semana en el mar.

De hecho, el fuerte oleaje, con fuertes vientos de Gregal (noreste) estuvo a punto de truncar el curso de este reportaje al imposibilitar que la lancha de prensa llegara a la Isla desde la Colònia de Sant Jordi.

En la misma embarcación navegaba el director general d’Espais Naturals i Biodiversitat del Govern, Llorenç Mas, que se encargó personalmente de hacer y deshacer los cabos del bote a la ida del trayecto.

Mas afirmó que «hoy es un día importante porque, hasta la fecha, solo habíamos hecho actos para reivindicar la conservación marina y terrestre de Cabrera. Esta concentración de barcos antiguos es para rendir homenaje al patrimonio histórico y marítimo que ha representado la Isla desde hace siglos».

Un sueño en mitad del mar
Un participante hace sonar una caracola. FOTO: E. QUEIROLO.

La comitiva de navegantes realizó una visita guiada por el Parque Nacional en la que se detuvieron en el museo de la Isla y en el Monument als Francesos, donde se realizaron un breve parlamento por parte de un visitante y un minuto de silencio para rendir homenaje a los cerca de 9.000 soldados galos que permanecieron presos durante las guerras napoleónicas.

Visita real

Fuentes cercanas al parque mostraron a este periódico su descontento ya que la Familia Real, que ayer visitó la Isla, realizó rutas que no están permitidas a los visitantes. Las fuentes afirmaron que este hecho no pone en peligro la conservación del archipiélago. La Casa Real habría aducido motivos de seguridad para llevar a cabo el recorrido alternativo.